Desde hace unos meses Tinder comenzó a tener una versión premium, la que da mayores posibilidades de acción pagando mensualmente una suma de dinero, que en nuestro país alcanza los $2.925.
Además de monetizar el servicio, sus creadores buscan también mejorar la selección que hay entre los usuarios, algunos de los cuales han caído en prácticas que parecen no gustar del todo.
Como se sabe, la dinámica del servicio es simple: se muestra la foto de una persona, que si nos gustó, la desplazamos con el dedo hacia la derecha (un swipe a la derecha como califica Tinder), mientras que en caso contrario, a la izquierda. Así, para que dos persona comiencen a comunicarse por la aplicación, deben coincidir en que ambos se hayan dado un swipe a la derecha, que les notifica del ¡match!, que es estar emparejados.
Sabido esto, comenzaron a realizarse ciertos trucos, con la idea de conseguir la mayor cantidad de matches posibles. Así, muchas personas han comenzado a darle a todos el swipe a la derecha, con el objetivo que una vez conseguido el match, recién se vea a la persona, se lea su perfil y fotos, y se decida hablarle o directamente bloquearle.
Esta práctica ha sido tan extensa, que un glosario de términos de Tinder, y creada por The Awl, califica a estos usuarios como “narcisistas indiscriminados”, quienes básicamente le dan ‘me gusta’ a todos, para luego elegirles.
Producto de lo anterior, Tinder comenzará a cobrar a estos usuarios para hacer las elecciones de “calidad y más honestas”, según detalla el diario español El País, citando a un portavoz de la compañía.
Es decir, quienes tengan la versión gratuita de Tinder tendrán reducida la posibilidad de hacer tantos swipe a la derecha, además de la selección normal que ya es limitada, y que se renueva cada 24 horas. El sistema automáticamente alertará a estos “narcisistas indiscriminados”, quienes deberán esperar un día para volver a usar correctamente el servicio.
En caso de querer evitar esto, se pagar la cuota mensual detallada al comienzo, que les dará derecho a los likes ilimitados, además de rebobinar un ‘me gusta’, en caso de arrepentirse a último momento.