Presente en escuelas, viviendas y oficinas, el tradicional lápiz BIC Cristal lanzado por la compañía francesa Société Bic en 1950 es casi un objeto de culto.
El económico lápiz es probablemente el más popular de la era moderna, pues desde su fabricación se han vendido alrededor de 100 mil millones de ejemplares. Su creador fue Marcel Bich, quien decidió usar su apellido para nombrar a la marca, pero quitó la “h” para que sonara “más comercial”.
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Pero no por ser simple y barato, se ha descuidado su funcionalidad, de hecho con el tiempo se ha mejorado. Uno de sus cambios más notables que sufrió el lápiz BIC fue en 1991, cuando la empresa decidió modificar la tapa con el fin de salvar vidas. Sí, leíste bien.
Tal como señala el sitio web oficial de la firma, Bicworld.com, a principios de la década de los 90 se incorporó un agujero en las tapas de los bolígrafos con el fin de minimizar el riesgo para los niños que accidentalmente las tragaran.
Este pequeño orificio permite que en caso de que el objeto se quede atascado en la tráquea, el aire pase igual y el menor pueda seguir respirando. De este modo, la persona puede sobrevivir mientras espera por asistencia médica.
Y…¿Por qué hay un agujero al centro del lápiz BIC?
Pero no es la única curiosidad del lápiz. En el sitio web de la firma también explican que el pequeño agujero que se encuentra en la mitad del lápiz tiene una función: igualar la presión dentro del bolígrafo con la presión fuera de él.
“Estos respiraderos, o agujeros en la barra del lápiz, básicamente ayudan a prevenir fugas de tinta”, explican.
Diseño 2.0
Cabe destacar que la compañía modernizó el año pasado el aspecto de su tradicional lápiz BIC Cristal -aunque todavía se comercializa el diseño antiguo- a uno más acorde a los tiempos. Este nuevo modelo cuenta con una membrana de goma en la parte trasera, que se puede usar en smartphones y tablets. A esta versión más actual se le denominó “BIC Cristal Stylus”.