Si ya se sabe que el Mundial 2022 en Qatar se disputará sin duda en noviembre/diciembre, queda por conocer las fechas exactas que serán decididas jueves y viernes en Zúrich por el comité ejecutivo de la FIFA, instancia dirigente del fútbol, que sabe que esta decisión no apagará todas las polémicas alrededor de este evento.

Sospechas de corrupción, problema de calendario, denuncias de las condiciones de trabajo de los obreros en las infraestructuras del evento deportivo: el Mundial-2022 en Qatar ha llenado páginas desde su atribución en diciembre de 2010.

Al ser casi imposible hacer disputar partidos en verano a más de 50 grados, por la salud de los jugadores y la del público, el Mundial se disputará en invierno. Una revolución.

Según las recomendaciones formuladas a finales de febrero por un grupo de trabajo de la FIFA, y según algunas fuentes próximas al dosier, la Copa del Mundo en Qatar podría iniciarse el 26 de noviembre y terminar el 23 de diciembre.

Si estas fechas fueran las elegidas por el comité ejecutivo, la Copa del Mundo duraría cuatro semanas, es decir cuatro días menos que el último Mundial de Brasil.

La razón de esta pequeña reducción: crear los menos problemas posibles a los grandes campeonatos europeos, que no están contentos, al contrario de la UEFA, dispuesta a modular el calendario de su Liga de Campeones. A los descontentos, la FIFA les responde que los campeonatos domésticos tienen casi todos una tregua de invierno, salvo la Premier League y su famosa fecha de partidos del “Boxing Day”, el 26 de diciembre, en período de Navidad.

La FIFA podría hacer alguna concesión. Joseph Blatter, presidente de la FIFA, gran favorito a su sucesión para un quinto mandato en mayo, preconizó recientemente un final del torneo como muy tarde el 18 de diciembre, para que no afecte al “Boxing Day”.

- Pulso clubes y FIFA -

Pero en cuanto a la demanda de “daños y perjuicios” financieros formulada por Karl-Heinz Rummenigge, patrón de la Asociación Europea de Clubes (ECA), la FIFA se niega.

“No habrá ninguna compensación financiera, quedan siete años para organizarse”, aseguró en febrero Jérôme Valcke, el secretario general de la FIFA.

Aunque la solución de una Copa del Mundo en fechas de invierno “no es perfecta, no hacemos nada que pueda destruir el fútbol, ¿por qué deberíamos excusarnos ante los clubes?”, se defendió el número dos de la FIFA.

Sin embargo, para Jean-Michel Aulas, presidente del Lyon (L1), el caso puede evolucionar: “Hemos obtenido de la UEFA compensaciones durante sus competiciones. Si no obtenemos lo mismo de la FIFA, se puede esperar una reacción extremadamente virulenta de la ECA”.

Si la cuestión del calendario está en fase de ser superada, la FIFA deberá hacer frente a otros problemas.

La dimisión en diciembre de 2014 de Michael Garcia, que estaba encargado de investigar las alegaciones de corrupción, solo ha hecho endurecer los debates.

El exfiscal estadounidense reprocha a la FIFA una presentación “errónea e incompleta” de sus investigaciones. Muchos reclaman la publicación de su informe, como Michel Platini, presidente de la UEFA en espera de “nuevos aires en la FIFA”, o incluso el príncipe jordano Ali Bin Al Hussein, uno de los vicepresidentes de la instancia y candidato a la presidencia, opuesto a Blatter.

En cuanto a la condición de los trabajadores en las obras de infraestructura, defendiendo los “progresos”, Blatter, en visita el domingo a Doha, pidió a Qatar “hacer más”.

Quedan todavía siete años antes del inicio del torneo, y muchas discusiones van a rodear a esta competición.