Trenzar el cabello o hacer un moño no tiene mucha ciencia, pero para quienes jamás en su vida antes los han hecho, puede ser un verdadero desafío.

Eso fue lo que le ocurrió a Greg Wickherst, un padre de Colorado (Estados Unidos), que debió hacerse cargo de su hija Izzy la mayor parte del tiempo, tras separarse de la madre.

Como él siempre rapaba su cabeza, no tenía idea cómo peinar a la niña de 3 años, notando que con suerte podía hacerle una poco prolija cola de caballo.

Según comentó Wickherst al portal de contenidos virales Buzzfeed, en ese momento se dio cuenta que quería ir más allá y no ser el típico padre que no sabe qué hacer con el pelo de su hija.

Fue así como buscó ayuda en el Departamento de cosmetología del instituto IntelliTec College, donde se desempeñaba como representante de admisión.

Allí dedicó su hora de almuerzo a recibir algunas clases por parte de una cosmetóloga, y al poco tiempo se dio cuenta que tenía habilidad para el asunto.

“Pasé un par de horas trabajando con un maniquí y ella me mostró cómo hacer un moño, una trenza francesa, varios estilos diferentes”, dijo.

Greg señaló que alucinó por lo fácil que era hacer un peinado. “Pensé que era algo verdaderamente complejo. Pensé, Dios mío, esto es tan bonito para ser tan sencillo. No creo que la mayoría de los chicos sepan que es así de simple”, indicó.

Fue así como comenzó a probar peinados nuevos con Izzy, los que comparte a diario en Facebook, donde es todo un éxito y recibe varias felicitaciones.

“Varias madres incluso me han pedido ayuda para peinar a su hijas”, aseguró.

Wickherst señaló que aunque ser un padre soltero puede ser difícil, es algo que le encanta. “Mi parte favorita del día es cuando la levanto y saco de la cama, mientras ella todavía tiene sueño y acaricia su cara en mi cuello. …Ese amor, sentir ese amor y esa confianza es la parte más gratificante”, indicó.

En conversación con el diario electrónico Huffington Post, este hombre dijo que su mejor consejo para otros padres solteros es que disfruten cada minuto con sus niños, incluyendo lo bueno y lo malo, porque esos momentos no durarán para siempre.

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