Un hostal en la Patagonia argentina que recibe una mayoría de turistas israelíes fue atacado por unos vecinos alcoholizados que robaron y destruyeron instalaciones, gritando insultos antisemitas, relató el miércoles a la AFP uno de sus dueños.
El hecho ocurrió la madrugada del lunes en el hostal ‘Onda Azul’ de la localidad de Lago Puelo, sobre la Cordillera de los Andes. El establecimiento estaba colmado de unos 150 turistas, todos veinteañeros, la mayoría israelíes, aunque también había argentinos y europeos.
“Entraron tres vecinos borrachos, haciendo comentarios antisemitas y xenófobos. Rompieron unos 30 cristales, saquearon el lugar, robaron mochilas con pasaportes, dinero, teléfonos celulares. Aterrorizando e intimidando”, describió el propietario, Yoav Pollac, de 38 años, un israelí de padres argentinos.
“Judíos de mierda, nos están robando la Patagonia”, gritaban los atacantes, vecinos del lugar que fueron identificados, filmados e imputados pero no detenidos por cuestiones procesales, explicó a la AFP el comisario de Lago Puelo, Darío González.
El comisario dijo que se trató de “un episodio aislado, sin antecedentes, no pertenecen a ninguna organización. Esos vecinos se habían quejado por ruidos molestos porque en el hostal ponían la música muy fuerte, son todos jóvenes”.
Este hecho obligó a sus propietarios, una familia argentino-israelí, al cierre temporario del lugar en plena temporada turística, por no poder garantizar la seguridad de los huéspedes.
La hostería recibe unos 5.000 turistas israelíes al año, un movimiento de gente que alimenta a numerosos comercios de la zona, según Pollac.
Lago Puelo, un imponente paraje entre montañas y lagos, 1.700 al sudoeste de Buenos Aires, que basa su economía en el turismo y la producción de frutos rojos, llega a duplicar su población de unos 15.000 habitantes durante la temporada estival.
En diciembre pasado, el instituto contra la Discriminación INADI había intervenido ante la aparición en El Bolsón, distante 15 km de Lago Puelo, de carteles que llamaban a boicotear y negarles atención a turistas israelíes bajo el título “Acá no los queremos”.