El Ministerio Público estudia judicializar en los próximos días el caso del derrame de petróleo en la bahía de Quintero, hecho ocurrido la madrugada del 24 de septiembre. El detalle del sumario realizado por la Fiscalía Naval ya está en manos del fiscal especial de Valparaíso, Javier Carrasco, el cual establece que “no existían normas de seguridad”, según declaración del capitán del buque filipino.
El estudio indica que el derrame pudo limitarse a 77 litros y no los 38.700 de crudo que contaminaron el mar.
En la foja 565 del sumario realizado por la Fiscalía Naval se encuentra la declaración entregada el pasado 16 de octubre por el capitán del buque “LR Mimosa”, el ciudadano filipino Gener Dima-culagán Mercado de 36 años. Este navío, según el estudio, derramó 38.700 litros de petróleo en la bahía a las 04:03 horas del 24 de septiembre.
En su testimonio prestado al fiscal naval Ricardo Bendell, al que tuvo acceso Radio Bío Bío, se le preguntó si existía un protocolo entre su nave y el terminal de ENAP para la descarga, ante lo cual el capitán respondió: “Sólo existe un procedimiento respecto de las condiciones de descarga… pero no normas de seguridad respecto al terminal, como en otros países”.
El texto citado es parte del sumario de la Fiscalía Naval que esta semana ya llegó a manos del fiscal especial de Valparaíso, Javier Carrasco, y que establece responsabilidades de la empresa, del capitán del buque y de la persona que conducía el remolcador, del cual sólo se dieron a conocer sanciones, multas y el total del derrame.
Sin embargo, en el detalle, el sumario contiene esta declaración y peritajes que apuntan a la carencia de protocolos de seguridad y el incumplimiento de las normas que sí existían, planteando en sus conclusiones que todo el desastre pudo evitarse.
El derrame de petróleo se produjo cuando el buque Mimosa se encontraba descargando el combustible en la monoboya de ENAP refinería Aconcagua. Según el sumario, todo pudo reducirse a 77 litros de derrame y no los 38.000 informados.
El fiscal Carrasco anticipó que esta causa podría judicializarse en los próximos días.
En base a un peritaje a las espías que se cortaron y que pertenecían a la monoboya de ENAP, que debían mantener firme al buque, éstas no cumplían con resistencia mínima ya que debían medir 100 metros y soportar una tensión de 350 toneladas pero sólo medían 55 metros y soportaban 310 toneladas.
Del total derramado, el 38,89% se evaporó y el 61% se varó en costas.
El presidente del sindicato de pescadores de Ventanas, Sergio Silva, explicó que son los más afectados.
En esta causa son querellantes el Consejo de Defensa del Estado, ENAP y la UDI.
El abogado Carlos Ferlie, representante de la UDI y de la diputada de ese partido Andrea Molina, indicó que la judicialización del caso es muy importante para establecer responsabilidades penales.
Recordemos que ENAP explicó que no se han considerado todos los antecedentes expuestos por la empresa, razón por la cual presentarían descargos ante todas las instancias correspondientes.
La empresa encargó un peritaje que apunta que no se controló la velocidad del buque tanque mientras este era remolcado. Producto de ésto el “Mimosa” se alejó mucho de la monoboya, rompiendo las espías y los flexibles.
El total de hidrocarburo que se entregaría la noche del derrame a ENAP era de 63.000 litros.