El capitán del Celta de Vigo, Augusto Fernández, no pudo contener el remordimiento de conciencia tras conocer que un compañero de equipo había sido erróneamente culpado de proferir un insulto luego de finalizada la derrota del Celta por 0-1 frente al Almería.
En el informe final del juez central -Gil Manzano- en el duelo que se disputó ayer viernes por la 16° jornada del torneo español entre ambas escuadras, determinó que el delantero Joaquín Larrivey del Celta de Vigo habría acusado a Manzano que era “un ladrón”. Razón de este insulto es que Larrivey quedaba expuesto a la sanción que la organización de la Liga iba a resolver.
Sin embargo, el capitán del equipo de Eduardo Berizzo, Fabián Orellana y Pedro Pablo Hernández al conocer la acusación no pudo contener la culpa ni la injusticia y realizó un mea culpa a través de la red social Instagram. Y es que Fernández fue quien realmente había proferido la injuria al árbitro “caliente” por la derrota del partido y por el mal momento en las últimas fechas del Celta de Vigo.
En su cuenta personal de Instagram, Fernández asumió el ‘grave’ error cometido; aseguró que ‘jamás’ en su carrera como futbolista había insultado a un árbitro; pidió perdón al juez, a sus colegas de equipo y a la afición; y esperará cualquier sanción por esa ‘vergonzosa’ palabra que dijo a Gil Manzano.