Casi 200 soldados sirios y combatientes yihadistas murieron en 24 horas en la toma de dos bases militares por parte del brazo sirio de Al Qaeda en el noroeste del país, informó el martes el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Al menos 120 soldados del régimen de Bashar al Asad fueron convertidos en prisioneros por parte del Frente al Nusra, dijo el OSDH, que se apoya en una amplia red de informadores sobre el terreno.
“Hubo al menos 100 muertos del lado del régimen y 80 entre los atacantes en enfrentamientos, bombardeos y minas”, declaró Rami Abdel Rahman, jefe del organismo.
Según Rahman, al menos 120 soldados fueron tomados prisioneros y otros 100 huyeron a pie y en vehículos hacia la ciudad de Morek, en la provincia de Hama.
El lunes el Frente al Nusra, apoyado por los grupos islamistas radicales Ahrar Al Cham y Jund Al Aqsa, tomó primero el campo de Wasi al Deif y horas más tarde la base de Hamidiy.
Estas dos operaciones constituyeron un golpe mayor para el gobierno de Bashar al Asad, dándole a los yihadistas el control de la mayor parte de provincia.
Además se posicionaron en varias localidades de la zona, dijo el observatorio.
Esta toma también constituye una derrota para los rebeldes de la oposición siria, impulsados por Occidente, que el mes pasado fueron expulsados por el Frente al Nusra de la mayor parte de Idleb.
La provincia de Idleb fue una de las primeras cuyo control perdió el gobierno, poco después de la revuelta de 2011 contra Asad, que evolucionó hacia una brutal guerra civil luego que el régimen lanzara una dura represión.
Más de 200.000 personas han muerto en Siria desde el inicio del conflicto, en marzo de 2011.