Los senos de una mujer son objeto deseado por los hombres, de hecho es una de las primeras cosas que se fijan a verlas, pero ¿a qué se debe tanta atracción?
Ello intentan explicar tres teorías que detallan cómo el hombre habría adquirido esta fijación por esta parte de la mujer.
La serie fue resumida por el diario español ABC y citada por Página 7, las que te contamos a continuación:
1 – Teoría del eco genital
El hombre se sintió atraído a los senos femeninos desde que comenzó a caminar erguido y no antes. Ello ya que previo a levantarse sobre dos pies, el objeto de atención del varón era el trasero, pero pararse, la mujer dejó de evidenciar tanto esa parte y lo hizo más con sus bustos.
La teoría indica que en la evolución, los pechos femeninos crecieron y mimetizando el trasero con un atractivo visual que apuntaba más a sus senos.
2 – Atracción de la oxitocina:
También relacionada a la evolución, se explica que la estimulación de los pechos produce la segregación de oxitocina en el cerebro, conocida como la “hormona del amor” u “hormona afrodisíaca”. Ella juega un papel importante en la relación entre madre e hijo -durante la lactancia- pero también entre la pareja, durante el acto sexual.
Así, esta activación de los sistemas neuroquímicos mantiene una atracción del hombre a la mujer, y por ende, de la pareja en sí.
3 – Pechos como sinónimo de riqueza
Esta antigua creencia dice que los pechos son para los hombres verdaderos “almecenes de reserva”, capaces de alimentar a los niños a engendrar durante la relación.
De esta forma, afirma la teoría, explica que los hombres de menor nivel estatus socioecnómicos prefieren pechos grandes, al ser fuentes de riqueza garantizada para sus futuros hijos.
Si bien estas teorías son eso, los científicos parecen concordar que es efectivamente un aspecto evolutivo lo que transformó a los pechos en objeto de deseo masculino, aún cuando en tiempos actuales no a todos los hombres les puede gustar esa parte.