El presidente estadounidense, Barack Obama, recibió este viernes en la Casa Blanca a una enfermera de Texas curada de ébola y la abrazó, apenas unas horas después de su salida del hospital.
Nina Pham, que se contagió tras cuidar a un paciente liberiano que viajó a Estados Unidos y que falleció poco después, fue recibida en el Despacho Oval en presencia de su madre y su hermana.
En el curso de este encuentro, que solo pudieron presenciar los fotógrafos, el presidente abrazó a la enfermera.
Pham fue dada de alta este viernes en el hospital de Maryland, donde la trataron de la enfermedad.
Preguntado durante una conferencia de prensa, el portavoz del ejecutivo, John Earnest, subrayó que Obama, que no estaba “preocupado en absoluto” por la idea de este encuentro, quiso felicitar el trabajo de esta joven “que, ocupándose de un paciente con ébola, enfermó”.
“Ella no lo hizo para obtener un aumento de sueldo o para destacarse, lo hizo porque era su trabajo”, subrayó Earnest. “El hecho de que esté curada es una fantástica noticia”, añadió. “Es también una prueba de que tenemos la mejor infraestructura sanitaria del mundo”.
Desde hace varios días, Obama está llamando a los estadounidenses a no ceder a la histeria y al miedo, e insiste en que el virus no se transmite fácilmente y que las infraestructuras sanitarias norteamericanas están en condiciones de enfrentar nuevos casos que puedan aparecer.
Pham fue diagnosticada del ébola días antes que Amber Vinson, quien también está curada aunque aún no puede abandonar el Hospital Universitario de Emory, en Atlanta (Georgia), donde sigue recibiendo cuidados.
La epidemia de ébola ha causado casi 5.000 muertos en África occidental y se han registrado 10.000 casos de contagio. El virus se manifiesta con fiebre, vómitos, diarrea y dolores y se contagia por contacto directo con fluidos corporales de alguien que ya está mostrando los síntomas.