Prácticamente a diario se registran atracos a cajeros automáticos, utilizando métodos que han ido variando a medida que aumentan las normas de seguridad, pasando de arrancar los cajeros de cuajo con lazos utilizando vehículos todo terreno, hasta hacerlos estallar inyectándoles gas y sustraer las gavetas con el dinero.
Esta situación ha provocado un disminución en la cantidad de dispensadores de dinero disponibles, según reconoció el gerente general de Banco Santander Chile, Claudio Melandri, en entrevista con el diario especializado en economía Pulso.
El ejecutivo de la entidad bancaria admitió que “hemos sacado unos 500, pero también hemos tenido una disminución en los atracos a raíz de los cajeros entintados con los que contamos”.
No obstante, el principal problema radica en que las máquina sustraídas o dañadas, no son repuestas por los bancos, pues según dijo Melandri “hay que cumplir con una norma que es impracticable”.
“Entiendo que la Asociación de Bancos está trabajando con el Ministerio del Interior, que ha sido muy abierto para oír a los integrantes de la industria para ver cuál es la mejor solución para el problema”, agregó.
Los dichos del gerente del banco Santander se condice con las últimas cifras entregadas por la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) correspondientes a junio de este año, que señalan que en el país hay 8.195 cajeros automáticos disponibles. Es decir, 987 dispensadores salieron de circulación en los últimos doce meses.
La caída en la cantidad de cajeros automáticos disponibles se explica en parte, entre otros factores, a raíz del Decreto 222 que regula las medidas de seguridad mínimas para los dispensadores. En una reunión con la Subsecretaría del Interior, los bancos se comprometieron a cambiar los cajeros automáticos antiguos por dispensadores de mejor calidad. Estos dispositivos, al ser nuevos, deberán cumplir con medidas de seguridad adicionales, que serán revisadas por Carabineros desde el próximo año.
“Las medidas de seguridad que contempla el decreto 222, aun cuando son perfectibles, tienen por objeto la seguridad de las personas, algo que es nuestra principal preocupación como Gobierno. Por eso hemos establecido la coordinación permanente de información entre Carabineros, el Ministerio del Interior y la banca para llevar de manera adecuada los porcentajes establecidos que serán fiscalizados”, explicó el subsecretario Aleuy.
En síntesis, la autoridad está exigiendo que sean los privados quienes inviertan en seguridad, como cámaras, sistema de monitoreo, alarmas. En la práctica, si un banco sufre un robo de un cajero automático, no sólo debe reponerlo, sino que además debe aumentar las medidas de seguridad para evitar nuevos atracos.
Mientras las instituciones bancarias cumplen, los usuarios continúan “sufriendo” la ausencia de las máquinas. De acuerdo a los datos de la SBIF, en la región del Bío Bío se ha registrado la baja más significativa con un 15,6%, pasando de 867 cajeros automáticos a 732 durante los últimos doce meses. Mientras que por institución, Banco Bice y Security han sido los únicos que han aumentado la cantidad de dispensadores; Itaú se mantiene, mientras que el resto han registrado bajas.
Jorge Awad, presidente de la Asociación de Bancos, señaló que las entidades que representa han invertido más de US$ 100 millones en resguardar y reconvertir la seguridad en los cajeros automáticos. “Nos vamos a comprometer con costos reales a seguir funcionando con esta nueva realidad. Hay una mejora sustantiva, que llega a más del 70% los incidentes frustrados”, detalló.
En el detalle, la lista de los bancos que más han disminuido la cantidad de dispensadores durante los últimos doce meses es encabezada por Banco de Chile, que tiene 363 dispensadores menos, seguido por Banco Santander, con 276; y en tercer lugar BancoEstado con 161, y luego CorpBanca con 154.
Revisa los datos de la SBIF.