En la fiscalía local de Curicó quedó estampada una denuncia por agresión con resultado de lesiones graves en contra de un usuario de la hospedería del hogar de cristo ubicada en el sector Santa Fe, en Curicó.
El afectado, identificado como Jaime Chacano (48) denunció haber sido agredido por dos hombres al interior de este recinto que acoge a personas en situación de calle y sindicó a uno de sus agresores como Claudio Pérez, uno de los monitores que estaba de turno aquella noche.
Todo se produjo cuando el usuario afectado encendió una luz en el dormitorio donde se hospedaba, situación que habría molestado e incomodado al resto de sus compañeros de camarotes. Jaime Chacano, dijo que buscaba uno sus celulares que había caído al suelo.
Como la discusión se puso muy complicada, intervino otro usuario de nombre Álvaro Badilla, quien habría inmovilizado al afectado, situación aprovechada por el monitor de turno para atacarlo violentamente con un fierro de cañería.
“En vez de calmar las cosas, creo que hubo más violencia al pegarme con el fierro de una cañería en el brazo, o de lo contrario me habría pegado en la cabeza. Y ahí con el Badilla y otro usuario me comenzaron a registrar los bolsillos, y se me perdieron los 35 mil pesos que andaba trayendo”, reclamó el agredido.
Como resultado de esta golpiza, Jaime Chacano -de oficio maestro gásfiter-, resultó con su brazo fracturado, según el parte médico entregado en el servicio de Urgencias del Hospital de Curicó.
El hombre afectado por la golpiza reconoce que esa noche había bebido algo de alcohol, pero que recuerda todos los pasajes de este grave incidente ocurrido en los dormitorios.
“Este hecho me afectado lo emocional, físico y económico -porque justamente me habían ofrecido trabajo bien remunerado y no podré ir, ya que tengo el brazo fracturado” señaló Chacano.
Héctor Almonacid es otro usuario de la citada hospedería -quien denunció otros episodios de agresión por el mismo monitor Claudio Pérez. Yo también he sido agredido por ese individuo. Me sacó una vez injustamente del hogar, por el hecho que yo no le compré una bebida, se molestó y me echó a la calle gritándome desde la puerta que no volviera nunca más a la hospedería”, declaró.
“Se cree dueño del hogar y lo más lamentable es que la visitadora le cree todo a él” manifiesta este segundo afectado.
Katherine Ávalos, es una técnico en rehabilitación que presta servicios para el SENDA y que conoció del caso en cuestión. Dijo que aquí no se siguió los protocolos establecidos, que parte con el llamado a personal de Carabineros.
“Los monitores están capacitados para llamar a Carabineros y éstos son los adecuados para sacar a las personas que están haciendo conflictos dentro de la hospedería. Específicamente nosotros hemos vividos estos problemas en los momentos de ruta y cuando hay conflictos se llama apoyo policial”.
La encargada en rehabilitación agregó que en el caso del usuario Jaime Chacano, no se hizo lo correcto y claramente hubo un mal actuar por parte del monitor”.