El alcalde de Londres, Boris Johnson, pidió que un edificio retire unos pinchos instalados enfrente para evitar que los indigentes se instalen ahí.
Los pinchos del edificio de Southwark, en la ribera sur del Támesis, son “feos, contraproducentes y estúpidos. El responsable tiene que quitarlos cuanto antes”, escribió el alcalde conservador en Twitter.
Johnson admitió que hay que hacer más para ayudar a los indigentes, pero “los pinchos no son la solución”.
Un manifiesto contra esta iniciativa en la página de internet change.org llevaba reunidas más de 40.000 firmas este martes.
El ministro de Vivienda, Kris Hopkins, se sumó a las condenas tildando los pinchos de “lamentables y profundamente perturbadores”.
“No es sólo una respuesta inhumana, además no hace nada por combatir las causas que convierten a la gente en vagabundos”, aseguró Jacqui McCluskey, portavoz de la asociación de la gente sin casa Homeless Link.
Según datos de organizaciones caritativas, unas 2.000 personas duermen al raso en Londres.
La compañía que gestiona el edificio, Property Partners, no comentó el asunto a preguntas de AFP.