La posibilidad de despenalizar el aborto terapéutico en Chile ha significado un debate comparable sólo a lo ocurrido con la Ley de Divorcio, a comienzos de siglo.
Todo esto, sin contar además la serie de cuestionamientos éticos, científicos e incluso socioeconómicos que conlleva este tema.
Y es que si antes de la Cuenta Pública del gobierno de Michelle Bachelet, la Reforma Tributaria era el tema país, hoy la discusión de una eventual regularización del aborto inunda los medios de comunicación.
Durante 1994, el reconocido médico y biólogo, Humberto Maturana, fue entrevistado por el diario La Tercera. La instancia fue aprovechada por el académico para realizar serias críticas al rol de la iglesia Católica en torno a la sociedad, consigna la revista Sentidos Comunes.
En esa ocasión, Maturana aseveró que la iglesia está limitada, se cierra a ver la humanidad que le rodea, se opone a que la gente adquiera conocimiento y, por lo mismo, actúa como “tiránica”, indicó.
A su juicio, es la familia, los hombres y mujeres de este país, quienes tienen la libertad de tomar sus propias decisiones, por lo que la intrusión de una institución religiosa o del Estado, no tiene cabida.
Dentro de la entrevista, el médico de la Universidad de Chile, también manifestó que si se trata de defender la vida, entonces ni siquiera deberíamos tomar antibióticos, pues las bacterias son seres vivos.
Enfatizó en que si vamos a realizar una defensa, entonces hagámosla a la vida íntegra de un ser humano, “un embrión no lo es”, sentenció. Un humano nace cuando la madre adquiere un vínculo emocional con él.
“Considero que el aborto es una medida extrema, que las mujeres adoptan porque es necesario para sus vidas. Para mí, es una acción legítima que ella o la familia decidan perder un bebé que no desean. Es un embrión destinado a sufrir la negación, porque no se le quiere”, señaló en la oportunidad.
“Y se hace más daño teniendo un hijo a la fuerza que no teniéndolo. Ahora, decir que el aborto es legítimo no me inhabilita para señalar que, en el fondo, es un acto sagrado, porque es una vida por otra vida. No estoy recomendando el aborto; lo que sí me parece es que las personas tienen que tener los conocimientos y el entendimiento para decidir consciente y responsablemente. Y quien debe decidir, por supuesto, es la mujer, porque se trata de su vida y de su cuerpo”, añadió.