Tos, fiebre y dolor de garganta… ¿le suena conocido? Una gran cantidad de personas sufren algún cuadro de gripe o influeza, que obliga a desembolsar dinero en medicamentos y pañuelos desechables. Pero ¿cuál es la diferencia entre un resfrío común y una gripe? Conocer los síntomas específicos seguramente ayudará a controlar a tiempo las molestias.

Cuando hablamos de resfrío o catarro, nos referimos a una infección leve provocada por Rinovirus o el coronavirus que se traduce en síntomas y molestias que comienzan de manera paulatina, y que puede presentarse en cualquier época del año.

Mientras que la gripe es una infección en las vías respiratorias provocada por el virus de la influenza, principalmente en los meses de invierno, que si no es tratada correctamente puede derivar incluso en una neumonía, según el sitio web del Ministerio de Salud.

Para diferenciarlas, se debe tener en cuenta algunos síntomas característicos como fiebre, dolor de garganta y muscular. De acuerdo al Minsal, en el caso de la gripe, ésta se presenta de manera repentina con temperatura sobre 38º por hasta 3 días, decaimiento general y dolor de cabeza, molestias leves en la garganta y tos seca.

En el caso que existan otras enfermedades, como diabetes o insuficiencia cardiaca, los síntomas podrían agravarse. La duración puede extenderse en hasta dos semanas antes de estar completamente recuperado.

El resfrío común, por otro lado, se presenta con congestión nasal, estornudos y tos con flemas, síntomas que aparecen de manera paulatina en un lapso de unos tres días. No es común la presencia de fiebre, aunque la principal molestia se presenta en la garganta y faringe.

TRATAMIENTOS PARA ALIVIAR SÍNTOMAS

Es importante considerar que no existen medicamentos que curen la enfermedad, sino que ayudan a disminuir los síntomas molestos y “acortan” el periodo de enfermedad. Entre estos fármacos se cuentan los descongestionantes nasales, antitusivos, antihistamínicos y analgésicos-antitérmicos.

Los antivirales, en tanto, sólo cumplirán su tarea cuando son usados dentro de las primeras 48 horas desde la aparición de la enfermedad, y no como una forma de detener la enfermedad, sino para aliviar significativamente los síntomas.

Es importante consignar que todo medicamento debe ser recetado por un especialista, tras una evaluación médica.

MÉTODOS DE PREVENCIÓN

Para evitar ser víctima tanto de un resfrío como de una gripe, se recomienda seguir algunos métodos muy sencillos de prevención, como por ejemplo recibir la vacuna contra la influenza, evitar el contacto con personas enfermas y estar permanentemente lavándose las manos. Incluso, se estima que mantenerse en un buen estado físico, evitando el estrés y durmiendo lo suficiente, junto con beber abundante líquido y mantener una dieta balanceada, son las mejores técnicas para evitar caer enfermo, según un documento del Departamento de Salud de Utah (EEUU).

Por su parte si se está con síntomas propios de cualquiera de estas enfermedades, se recomienda fundamentalmente quedarse en casa para evitar la propagación del virus en el lugar de trabajo o de estudios. Además, como se trata de virus respiratorios, se sugiere cubrir la nariz y boca con algún pañuelo desechable al estornudar o toser.