El avión de Malaysian Airlines desaparecido hace una semana fue aparentemente desviado de forma “deliberada” y voló durante más de seis horas después de desaparecer en el radar, anunció el sábado Malasia, sin confirmar un secuestro.
En una rueda de prensa que confirma el nuevo giro en la investigación, el primer ministro Najib Razak también explicó que el sistema de transmisión de datos del Boeing 777 “fue desactivado”.
Pero hubo contactos vía satélite durante mas seis horas y media después de la desaparición del avión, el cual apareció en los radares civiles a la 01:30 hora local del sábado 8 de marzo.
El aparato estaba entonces a medio camino entre las costas de Malasia y Vietnam, una hora después de haber despegado de Kuala Lumpur con destino a Pekín, con 239 personas a bordo.
Esta aeronave cambió de rumbo, orientándose hacia el oeste, y volvió a sobrevolar la península malasia en dirección al Océano Índico. “Estos movimientos son coherentes con una acción deliberada de alguien en el interior del avión” declaró el jefe de gobierno.
Pero “pese a informaciones de prensa sobre un secuestro, quiero ser muy claro: seguimos investigando todas las posibilidades que pudieron provocar el cambio de dirección del MH370″, agregó.
La investigación parece dejar de lado parte de las hipótesis sobre la misteriosa desaparición, como la posibilidad de una explosión repentina en el aire, de un fallo mecánico o de un accidente en el Mar de China meridional.
Dificultades para localizarlo
El primer ministro también anunció el fin de la búsqueda en el Mar de China meridional, debido a estas informaciones de que el aparato desvió su ruta hacia el oeste de la península malasia.
El avión podría encontrarse en cualquier sitio entre “Kazajstán y Turkmenistán hasta el norte de Tailandia, o un pasillo en el sur aproximadamente desde Indonesia hasta el sur del Océano Índico”.
Poco antes de las declaraciones del primer ministro, un responsable militar malasio señaló a la AFP que los investigadores creen que el avión podría haber sido desviado hacia el Índico por una persona con un profundo conocimiento de las rutas aéreas y de las posiciones de los radares.
“Forzosamente se trataría de un piloto experimentado, competente y en actividad”, declaró, pero no especificó si las sospechas apuntan a un secuestrador entre los pasajeros o a un integrante de la tripulación.
“Parecía saber muy bien cómo evitar los radares civiles. Parecería que los hubiese estudiado muy de cerca”, agregó este responsable militar.
Mientras continúan las búsquedas, las preguntas se centran ahora en quien podría haber secuestrado el avión y por qué motivos.
Los responsables de seguridad malasios ya quedaron expuestos por las revelaciones a principio de la semana de que dos iraníes habían logrado embarcar a bordo del vuelo con pasaportes europeos robados.
Las nuevas informaciones podrían también volver a poner el foco de atención en el capitán Zaharie Ahmad Shah, de 53 años, y su copiloto, Fariq Abdul Hamid, de 27 años.
Una televisión australiana entrevistó a una joven sudafricana que aseguró que Fariq y otro compañero piloto las invitó en cabina durante un vuelo que copilotó en 2011, algo prohibido por las reglas de seguridad posteriores a los atentandos del 11S.
Las motivaciones del secuestro son “extremadamente difíciles de entender”, teniendo en cuenta las nuevas informaciones, consideró Gerry Soejtman, un analista de aviación basado en Yakarta, en declaraciones a la AFP.
“Si fue deliberado, podemos estar lidiando con algo que va más allá de la misión planeada para el 11S”, añadió.
Decenas de barcos y aviones procedentes de 14 países han sido movilizados por toda la zona de búsqueda desde que desapareció el vuelo MH370.
Incluso centrada ahora en el Océano Índico, la búsqueda sigue suponiendo enormes obstáculos logísticos. El océano tiene una profundidad media de casi 3.900 metros y cualquier tipo de restos habrán sido esparcidos por las corrientes después de una semana.