Varios países asiáticos buscan este sábado un Boeing 777 de la aerolínea Malaysia Airlines, desaparecido con 239 personas a bordo cuando volaba entre Kuala Lumpur y Pekín.
Más de 16 horas después de haber perdido contacto con el aparato, que salió de los radares entre las costas de Malasia y las de Vietnam, las autoridades no habían podido localizar el vuelo MH370.
En él viajaban 227 pasajeros y 12 tripulantes de catorce nacionalidades.
Al caer la noche se suspendieron las operaciones de búsqueda aérea, aunque los buques movilizados seguían rastreando la zona, indicó la aerolínea, precisando que de momento no se encontró ningún resto del aparato.
Según la compañía, el avión no había alertado de ningún problema.
Vietnam, China, Malasia, Filipinas y Singapur movilizaron buques patrulla, aviones y helicópteros para la búsqueda en el mar de China Meridional, donde de un tiempo acá estos países tienen diferendos territoriales.
El primer ministro malasio, Najib Razak, señaló que Estados Unidos acordó también enviar aviones para ayudar en las tareas.
Según Najib, las autoridades seguirán buscando el aparato “el tiempo necesario”.
La prensa oficial vietnamita citó a un oficial de la marina que decía que el aparato se estrelló frente a las costas del sur del país.
Pero horas más tarde, Hanói no dio más información y no se había podido confirmar esta afirmación.
- Familiares impacientes -
El aparato, un Boeing 777-200, salió de Kuala Lumpur a las 00H41 del sábado y tenía prevista su llegada a Pekín a las 06H30 locales (22H30 GMT del viernes).
Sin embargo, desapareció a las 02H40 (15:40 en Chile), unas dos horas después de despegar.
“Nuestros pensamientos y nuestras oraciones están con los pasajeros y la tripulación, y con sus familiares”, dijo en rueda de prensa el consejero delegado de Malaysia Airlines, Ahmad Jauhari Yahya.
“Nuestra prioridad ahora es trabajar con los equipos de rescate y las autoridades”, añadió.
El directivo precisó que entre los pasajeros hay 12 niños pequeños.
En cuanto a nacionalidades, hay al menos 153 chinos, 38 malasios, 7 indonesios, 6 australianos, 4 franceses y tres estadounidenses.
“Estamos muy preocupados por estas informaciones”, declaró el ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, en un comunicado.
“Estamos haciendo todo lo posible para obtener más detalles”, añadió.
En el aeropuerto internacional de Kuala Lumpur, los familiares de los pasajeros esperaban noticias angustiados.
Hamid Ramlan, un policía de la capital malasia, dijo que en el vuelo iban su hija de 34 años y su yerno de 24, para pasar vacaciones en Pekín.
“Mi mujer no para de llorar. Todo el mundo está triste. Mi casa se ha convertido en un lugar de duelo”, dijo. “Es la voluntad de Alá. Tenemos que aceptarlo”.
En Pekín, los familiares de los pasajeros estaban también muy angustiados.
“Son unos inútiles. No sé por qué no han sacado aún ninguna información”, dijo un joven refiriéndose a la aerolínea.
La compañía Malaysia Airlines (MAS) ha tenido pocos accidentes. El más grave fue en 1977, cuando un avión suyo se cayó en el sur de Malasia y murieron los 93 pasajeros y los siete miembros de la tripulación.
Un nuevo accidente sería una pésima noticia para la compañía, que lleva años perdiendo dinero, ante la competencia de empresas de bajo coste como AirAsia.
Malaysia Airlines, que en 2012 admitió estar “en crisis”, tuvo en los últimos tres meses de 2013 su cuarto trimestre consecutivo de pérdidas.