Leopoldo López, líder del opositor partido Voluntad Popular y requerido por la justicia venezolana, que lo acusa de la muerte de tres personas en protestas callejeras, se entregó este martes a la Guardia Nacional Bolivariana en una plaza de Caracas en la que se encontraban miles de sus seguidores.
El líder opositor venezolano Leopoldo López, acusado por la muerte de tres manifestantes la semana pasada, se entregó este martes a la policía entre miles de seguidores que intentaron hasta lo imposible que los agentes se lo llevaran
López apareció entre una multitud opositora de la Plaza Brión y desde lo alto de un monumento al prócer cubano José Martí, anunció que se entregaría.
“Me presento ante la justicia injusta, ante una justicia corrupta”, señaló López, vestido de blanco y tocando con un crucifijo.
Llevaba una flor blanca en la mano izquierda y la bandera venezolana en la derecha mientras la multitud gritaba “¡Libertad, libertad!” y “¡Va a caer, y va a caer, este gobierno por corrupto va a caer!”.
Con gritos, consignas y aplausos le pedían que no se entregara a la Guardia Nacional, que desde temprano se había instalado en esa plaza situada en el distrito Libertador, un feudo chavista.
“Si mi encarcelamiento vale para el despertar de un pueblo, valdrá la pena mi encarcelamiento infame”, les dijo López, quien abiertamente promueve la “salida” del gobierno de Nicolás Maduro.
López se bajó de la estatua, abrazó a su esposa y con el rostro tranquilo se dirigió, entre un enjambre de simpatizantes y cámaras de los medios , hacia los guardias nacionales, que lo introdujeron en un camión con rejas y pequeñas ventanillas.
El vehículo, rodeado por un cordón de guardias, arrancó pero su andar fue tortuoso, lento, errático, ante los cientos de simpatizantes que no se resignaban a ver a López detenido.
“Hermanos, soy Leopoldo, estoy bien, permítannos avanzar sin violencia. Les doy las gracias pero les pido de corazón que nos dejen pasar, les pido que no caiga en la tentación de la violencia”, dijo a través de un megáfono desde el interior del vehículo.
Pero fue inútil ya que el camión no conseguía avanzar. Una camioneta negra, con vidrios polarizados, llegó al lugar y López fue introducido en ella.
El trayecto fue el mismo, con un andar improvisado, que en ocasiones sólo conseguía dar vueltas por una misma zona obstaculizada por pelotones de manifestantes y con el eco de las cacerolas que golpeaban vecinos de la zona. Las protestas eran por su detención pero también por la elevada inflación y la falta de productos básicos.
El líder opositor escribió varios mensajes a través de twitter antes de entregarse, donde manifestó su inocencia, además de realizar un llamado a sus compatriotas en que indicó “Demostremos a Venezuela y al mundo que nuestro clamor es el de un cambio en paz y sin violencia”.