La energía solar es la fuente máxima de energía. No sólo es abundante, sino que está libre de la polución o daño ecológico que tienen otros tipos de plantas generadoras como las térmicas, hídricas o nucleares.
Por eso, a primera vista la apertura oficial de Ivanpah en California parece el sueño de los ambientalistas. Se trata de 300.000 gigantescos espejos controlados por computadora, los cuales son capaces de producir 392 megawatts de potencia. Esto es suficiente para dotar a 140.000 hogares con electricidad, mientras se evita lanzar a la atmósfera 400.000 toneladas de dióxido de carbono por año, es decir, el equivalente a sacar 72.000 automóviles de las calles.
Por desgracia, la energía solar captada a esta escala tiene un sólo efecto secundario: la muerte de pájaros por calcinamiento.
En las fotografías se puede apreciar a una de las 11 aves que perdieron la vida durante el primer mes de pruebas de Ivanpah. Los animales tuvieron la mala idea de sobrevolar las instalaciones, cuyos espejos concentrados generan un verdadero “rayo de la muerte” que arde a 537ºC, según relata Gizmodo.
En su reporte inaugural, la Comisión de Energía de California aceptó que este es un problema sin resolver, pero que se considera “aceptable” debido a los tremendos beneficios que acarrea el uso de energía solar. Aún peor, el cuerpo técnico admitió que los pájaros se ven atraídos por el conjunto de espejos ya que lo confunden con un lago.
La situación ya está generando debate entre los ambientalistas, quienes no están seguros de que el sacrificio de aves sea un punto menor respecto de la gigantesca mole, cuyo costo fue de 2.200 millones de dólares.