Un grupo de activistas neonazis protagonizó desórdenes en la Plaza de Armas de Santiago, frente a la Catedral Metropolitana, donde agredieron verbalmente a ciudadanos peruanos, motivados por el fallo de la Corte Internacional de Justicia.
En medio de las distintas expresiones en torno a la resolución del diferendo limítrofe, varios manifestantes nacionalistas llegaron a presentar su rechazo a la resolución de la Corte de La Haya que, pese a reconocer gran parte de la postura chilena, cedió un triángulo de espacio marítimo a Perú.
Los ciudadanos peruanos que allí se reunieron para esperar el fallo, recibieron duros insultos de parte de los llamados “neonazis” y otras personas que también manifestaban una postura discriminatoria. Algunos incluso llamaban a iniciar “una guerra” con el vecino país.
También hubo algunos altercados a golpes, principalmente entre los exaltados y chilenos que se oponían a sus consignas e insultos contra los peruanos.
Sebastián Guevara fue uno de los “nacional-socialistas” que llegaron al lugar. Acusó a Perú de “traición”:
Personal de Carabineros acordonó el sector para controlar la situación y detuvo al menos a un manifestante que portaba un cartel con insultos al Presidente de la República, lo que fue considerado por los policías como una ofensa a la autoridad.
Otra manifestación se registró minutos antes en el frontis del palacio de La Moneda, donde un grupo de personas llegó con banderas chilenas y gorros similares a los usados en la Guerra del Pacífico por las tropas chilenas.