El Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, con apoyo del Senda y Carabineros, realizó una fiscalización a los conductores del sector de Curicó, donde además se aplicó el alcotest.
En este contexto un chofer de un taxi arrojó 0,3 gramos de alcohol por litro de sangre, que según la normativa es estado de ebriedad. Éste fue el único caso en que se requirió la detención del conductor, quien quedó con citación ante el Juzgado de Policía Local.
El operativo se realizó en Avenida San Miguel frente a Hospital Italiano y Avenida Lircay, desde la diez a la catorce oriente.
Al respecto, el Seremi (s) de Transportes, Pedro Orozco, sostuvo “que se trata de una situación gravísima, ante la cual se tomarán las acciones que determine la ley. Esta persona que es un chofer del transporte público, no dimensionó las condiciones en que estaba trabajando. Son cuestionables”.
Se efectuaron 45 controles preventivos a conductores de vehículos particulares y del transporte público, en el marco de las campañas de seguridad vial impulsadas para fin de año.
Operativos similares se efectuarán previo a la fiesta de Año Nuevo, aplicando la Ley de Tolerancia 0.