Pese a destacar que Chile alcanzó el primer lugar de América Latina en todas las asignaturas evaluadas por la prueba PISA, cuyos resultados se dieron a conocer este martes, la ministra de Educación, Carolina Schmidt, subrayó que las cifras se encuentran muy por debajo del promedio de los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
El estudio, efectuado entre agosto y septiembre de 2012, se realiza cada tres años y en esta ocasión se evaluó a estudiantes de 15 años en las áreas de matemática, lectura y ciencias.
En la materia de matemática, sobre la cual se enfatizo la prueba, el país obtuvo 423 puntos, lo que consolida a Chile como el sistema educacional de mejor desempeño en esta materia en el territorio latinoamericano, superando por 26 puntos el promedio de la región. Sin embargo, está 71 unidades por debajo del promedio general de los países de la OCDE, quedando en el puesto 51 de un total de 65 naciones.
La evaluación de lectura estableció que, junto a Costa Rica, los estudiantes chilenos lograron 441 puntos, 55 menos que el promedio de los países de la OCDE y ubicándose en el lugar 45. En ciencias, por su parte, el promedio fue de 445 puntos, superando a todas las naciones de América Latina pero distanciándose 56 unidades por debajo de las naciones desarrolladas.
En relación al desempeño por dependencia administrativa, quedó en evidencia una brecha de 115 puntos entre los establecimientos municipales y los particulares pagados.
Al respecto, la titular del Mineduc enfatizó en que Chile “muestra un perseverante y consistente aumento educacional en todas las materias”, añadiendo que un tercio de los países disminuyó sus niveles en la medición, pero agregó que aún existen materias pendientes en materia de educación para poder llegar a los promedios de la OCDE.
“Los resultados no nos dejan satisfechos porque tenemos un largo camino por recorrer para alcanzar a los países más desarrollados del mundo”, sostuvo la personera, aunque afirmó que las políticas implementadas en educación han propiciado los avances que evidencia la medición.
En tanto, manifestó que la atención se debe enfocar en los primeros años de escolaridad, donde los resultados de la prueba PISA pusieron de manifiesto una diferencia de 55 puntos entre quienes recibieron educación temprana y quienes no asistieron.
Dentro de esta misma línea, la presidenta del Consejo de la Agencia de la Calidad de Educación, Luz María Budge, estimó en 15 años el plazo en que Chile podría alcanzar el promedio de los países desarrollados “si efectivamente las políticas de primera infancia se pudieran implementar desde ya”, apuntando a la coherencia de las políticas públicas en la medida que “se alejen de ideologías”.
El secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación, Sebastián Izquierdo, aclaró que los estudiantes se seleccionaron de forma aleatoria y proporcional de acuerdo a las distintas dependencias donde se tomó la prueba diseñada por la OCDE.