El Gobierno islandés anunció este sábado un plan para recortar hasta algo más de 24.000 euros, equivalente a más de 16 millones de pesos chilenos, las deudas de las familias que hayan contraído créditos inmobiliarios.
Este plan era la principal promesa electoral del Partido del Progreso (centrista) del primer ministro Sigmundur David Gunnlaugsson, ganador de las legislativas de abril con su aliado conservador, el Partido de la Independencia.
Tras largos meses de negociaciones, el Gobierno de coalición presentó unas medidas cuyo costo se evalúa en 150.000 millones de coronas (más de 900 millones de euros) en cuatro años.
La medida emblemática es la reducción del principal de la deuda para las familias que han contraído un crédito inmobiliario indexado sobre la inflación (la gran mayoría de casos), sin condiciones de recursos.
Esta rebaja de deudas, que depende de la cantidad prestada, tiene como tope cuatro millones de coronas (24.400 euros).