A las insólitas intervenciones corporales que se pueden encontrar en oriente, como la de inyectarse agua salada en la frente, hacerse una sonrisa permanente o implantarse dientes torcidos, se suma una curiosa cirugía para modificar las líneas de la mano y así supuestamente “cambiar el destino” de las personas.
Por alrededor de 1.000 dólares (500 mil pesos), el cirujano plástico Takaaki Matsuoka realiza este procedimiento de forma ambulatoria en alrededor de 15 minutos.
Según destaca la cadena británica BBC, desde 2011 que Matsouka realiza cirugías de este tipo luego de enterarse que en Corea del Sur muchas personas iban a centros estéticos para hacer cambios en la línea de la vida o la del corazón.
La intervención, basada en la quiromancia (práctica de adivinar el futuro según las líneas de la mano) se realiza con un láser que hace las líneas a requerimiento del paciente, quien debe esperar alrededor de 15 días para ver el resultado final.
De acuerdo a Miguel Ojeda, quiromántico argentino citado por BBC, esta cirugía se enfoca en las tres líneas más importantes. “En la mayoría existen tres líneas: corazón, cabeza y vida. La primera está cerca de los dedos, la segunda en la mitad de la palma y la tercera es la que rodea el pulgar. Después hay otras secundarias, pero depende ahí si de la mano de cada persona”, señaló.
En el caso de las mujeres, la mayor parte pide que le modifiquen las líneas para que cambie su destino amoroso. “Si no tienen una línea de matrimonio, significa que no se van a casar, así que mi trabajo es hacer una”, señaló Takaaki Matsuoka. Mientras, los hombres solicitan modificar las marcas para tener dinero y éxito en los negocios.
Para poder llevar a cabo el procedimiento, el cirujano debió estudiar quiromancia. “Me tocó aprender cómo es una línea de matrimonio, dónde están ubicadas las de la fortuna y las del corazón. Fue todo un proceso”, dijo a The Daily Beast.
Con respecto al efecto que surten, el médico señaló que “si las personas creen que quieren casarse y hacen este tipo de cosas, es muy posible que lo logren. Lo mismo con el dinero. No lo garantiza, pero el efecto en sus convicciones puede mejorar el futuro”.
Los colegas de Matsouka en otras partes del mundo ven con recelo la operación, pero no sólo porque no tiene sentido, sino que porque puede ser peligrosa.
“Pasar un láser por la palma de la mano es muy riesgoso, porque hay tendones que se pueden quemar y lastimar. Además que las líneas que están allí son imposibles de borrar”, expresó Carlos Enrique Hoyos, presidente de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva.