En época de elecciones, las calles se llenan de carteles y todo tipo de propaganda para promover a candidatos de distintos sectores. No obstante, estos elementos cuestan millones, y una sola persona no podría financiarlo por sí sola… Entonces, ¿de dónde provienen los recursos?
En los comicios presidenciales de 2004 debutó la Ley de Financiamiento y Gasto Electoral, que permite a empresas realizar donaciones de hasta 10.000 UF (232 millones de pesos aproximadamente) a las campañas de candidatos o a partidos determinados de manera “reservada” o “anónima”, a cambio de recibir beneficios tributarios.
Esto significa que prácticamente todos los representantes de los chilenos en el Congreso, La Moneda y en otras instancias democráticas han recibido dinero de compañías criollas o transnacionales para financiarse, con la eventual influencia que esto pueda generar en la toma de decisiones de estos políticos. Y no se puede saber quiénes son los que aportan los recursos, porque los empresarios están amparados por la ley.
La situación se vuelve más turbia por el hecho de que varios grupos económicos no respetan el límite legal de aportes, y lo burlan donando a través de múltiples empresas controladas por un mismo holding.
Una investigación de Ciper detalló que en la elección presidencial de 2004, los aportes reservados de las empresas representaron un 60% del financiamiento de la campaña de Joaquín Lavín, 29% en el caso de Michelle Bachelet y 7% en la de Sebastián Piñera.
En los comicios de 2009, el 37% de las donaciones a Eduardo Frei fueron reservadas, 11% anónimas y 2% de manera pública. Respecto a Sebastián Piñera, recibió 25% reservado, 17% anónimo y sólo 0,2% público.
En suma, en dichas oportunidades la Coalición por el Cambio recibió aportes de privados 4,08 veces más que la Concertación.
En el caso de las elecciones del próximo 17 de noviembre, el medio recopiló algunas actas de reuniones de directorios de empresas, que por norma deben ser ingresadas en notarías como escrituras públicas, en las cuales se revelan las donaciones a campañas realizadas tanto a candidatos presidenciales, parlamentarios y a consejeros regionales.
Sin embargo, aún así no todos revelan los montos, y tampoco se puede establecer a qué políticos se destinó el dinero invertido, porque la legislación prohíbe que se indique esta información.
Las empresas involucradas y sus donaciones a campañas políticas recopiladas por Ciper son las siguientes:
-Endesa Chile (controlada por Endesa España): $509.750.000 (1 millón de dólares)
-Enersis (controlada por Endesa España): 1.274 millones de pesos (2,5 millones de dólares)
-Colbún Transmisiones S.A. y Río Tranquilo S.A. (Grupo Matte): $215.000.000
-Quiñenco (Grupo Luksic): no revelan monto
-Compañía de Cervecerías Unidas S.A. (Grupo Luksic): no revelan monto
-Cervecera CCU Chile Limitada (Grupo Luksic): no revelan monto
-Embotelladoras Chilena Unidas S.A. (Grupo Luksic): no revelan monto
-Corpesca S.A. (Grupo Angelini): no revelan monto
-Falabella Retail S.A. (grupos Cúneo-Solari y Del Río): $80 millones
-Sodimac S.A. (grupos Cúneo-Solari y Del Río): $196 millones
-BCI Factoring (Grupo Yarur): $232 millones (10 mil UF)