Colbún asegura que está implementando un sistema pionero en Chile para impedir que biomasa ingrese al ducto de la central termoeléctrica Santa María de Coronel. Así respondió ante la formulación de cargos que hizo la Superintendencia de Medio Ambiente por la succión de 25 toneladas de especies marinas al sistema de enfriamiento de la planta, entre enero y marzo de este año.
El proceso sancionatorio fue iniciado por el organismo ambiental luego de fiscalizaciones efectuadas por Sernapesca, en el contexto de la varazón de langostinos en zonas costeras de la región.
Si bien se comprobó que esto obedeció a un fenómeno natural, la alta disponibilidad de recursos hidrobiológicos puso en evidencia la falencia tecnológica de la bocatoma de la central, que no pudo evitar el ingreso y retención de ejemplares en los sistemas de captación de agua.
El fiscal instructor del procedimiento consideró que se trataría de una infracción grave por incumplimiento de la resolución de calificación ambiental y notificó a Colbún del inicio del proceso.
La empresa aclaró que antes del inicio de la causa ya había decidido voluntariamente instalar nuevos filtros, cuya implementación tiene ya un 25% de avance, y podría estar terminada en enero de 2014.
Informó que es una barrera física pionera en Chile, sustentada en tecnología de punta y que cumple con las actuales restricciones de las normas de la Agencia Ambiental de Estados Unidos.
Consultado por la situación, el alcalde de Coronel, Leonidas Romero, consideró que la Superintendencia de Medio Ambiente debe ser más estricta y si es necesario detener la planta hasta establecer responsabilidades.
El senador Alejandro Navarro, cuya denuncia contra Colbún está en el inicio del proceso sancionatorio, manifestó que el hecho no es menor porque confirma todo lo que se ha venido diciendo.
Actualmente, la Superintendencia de Medio Ambiente también mantiene en curso un proceso de sanción mayor a Bocamina de Endesa, la otra central térmica emplazada en Coronel.
En ese caso, la empresa presentó un plan de cumplimiento ambiental que fue rechazado por la autoridad, por lo que se analizan ahora los descargos de la generadora.
Sin embargo, Bocamina también estaba afinando un mecanismo que retuviera el ingreso de biomasa a su sistema de captación de agua, y se le autorizó a realizar una prueba que se estima duraría cerca de un año.