Desde su asunción a la presidencia del Uruguay en 2010, José Mujica se ha ganado el apodo de ser el presidente “más pobre del mundo”. Esto en base a su austero modo de vida, que lo mantiene viajando en su vetusto automóvil y a donar el 90% de su sueldo mensual a instituciones de beneficencia.

Sin embargo a Mujica no le agrada el apodo.

“Aquellos que me llaman así son los realmente pobres. Mi definición de pobreza es de aquellos que necesitan demasiadas cosas, porque quienes necesitan demasiado nunca están satisfechos”, declaró el mandatario a la cadena Al Jazeera.

De hecho, para él donar la mayor parte de sus ingresos mensuales por presidir el Uruguay tiene una razón sencilla: “gano más de lo que necesito”.

“Hemos sacrificado a los viejos dioses inmateriales y ahora ocupamos el templo del Dios Mercado. Él organiza nuestra economía, nuestra política, nuestros hábitos, nuestras vidas e incluso nos provee tarifas y tarjetas de crédito que nos dan la sensación de felicidad”, indicó en su reciente discurso ante la asamblea de Naciones Unidas.

Revisa aquí la entrevista completa al presidente Mujica por la cadena Al Jazeera:

http://youtu.be/hteGnL-8SeU