La ministra de Educación, Carolina Schmidt, se reunió este martes con los directores de los Liceos Bicentenarios de la Región Metropolitana, expresando que éstos están preocupados porque supuestamente esos establecimientos creados durante la actual administración, serían cerrados en un eventual gobierno de Michelle Bachelet.
“Los directores de los Liceos Bicentenarios han venido al ministerio preocupados porque son miles las familias de nuestro país que hoy se encuentran con incertidumbre frente a lo planteado por el comando de Michelle Bachelet sobre la posibilidad de cerrar los establecimientos Bicentenarios”, expresó la ministra Schmidt, después de la reunión con los directores.
Agregó que “creemos que esta consideración delata un profundo desconocimiento de lo que es la política pública de los Liceos Bicentenario. Son establecimientos que ponen el foco en el compromiso de las familias por lograr que sus hijos e hijas tengan una mejor oportunidad en la vida”.
Schmidt dijo que “estas instituciones no realizan procesos de selección, sino cuando tienen una cantidad de cupos disponibles que es menor a la demanda. El corazón de los liceos Bicentenario no es la selección. De hecho, el Liceo Bicentenario de Calama que obtuvo el más alto puntaje en el Simce, entre todos los liceos municipales de Chile, no tiene ningún proceso de selección, al igual que la mayoría de los liceos Bicentenario de la Región Metropolitana, cuyos directores me acompañan, y es por eso que consideramos un error gigantesco el no continuar con una política pública que ha conseguido que más de 38 mil familias a lo largo de Chile, tengan la oportunidad de tener un liceo con un foco de alta exigencia académica”.
La ministra de Educación expresó no es justo quitar a las familias liceos con alta exigencia, por el hecho que hayan sido creados en un gobierno o en otro.
“Los liceos emblemáticos de Santiago han realizado selección de sus alumnos durante muchísimos años; yo me pregunto si también quieren acabar con los liceos emblemáticos, el Liceo Carmela Carvajal o el Instituto Nacional por esta política pública, o solo los liceos Bicentenario que desarrolló el Presidente Piñera, con los cuales pretenden terminar”, dijo la ministra.
Schmidt expresó que “la mayoría de los Liceos Bicentenarios tiene programa de integración y lo que genera el corazón de los buenos resultados de éstos es el compromiso de las familias, de los alumnos, de los docentes y de los directores por lograr la alta exigencia académica; es ese el corazón de los Liceos Bicentenario, un proyecto educativo que se basa en el compromiso de las familias. No son su objetivo la segregación”, dijo Schmidt.
Añadió que “al igual que los establecimientos emblemáticos de nuestro país cuando tienen una demanda mayor que los cupos disponibles realizan procesos de selección. No creemos justo que hoy las miles de familias a lo largo de todo Chile, gracias a los Liceos Bicentenarios, tienen hoy la oportunidad de tener en sus respectivas ciudades establecimientos educacionales de alta exigencia académica y que vayamos a eliminar estos liceos”.
Por su parte, la directora del Liceo Bicentenario de Colina, María Angélica Vallejos, expresó que “antes de decir que estos liceos deberían desaparecer, yo creo que tendría que ser al revés, deberíamos decir que existan más Liceos Bicentenario en el país. Yo creo que es una propuesta interesante para todos los estudiantes del país tener derecho a educarse de buena manera”.
“Nuestro liceo tiene un 65% de alumnos con índice de vulnerabilidad; son niños con serios problemas económicos. Nosotros recibimos a niños no tanto por el rendimiento sino por el compromiso que ellos como alumnos y sus padres se comprometen a que efectivamente su hijo va a estudiar y va a salir adelante”, expresó.
La directora agregó que “nosotros no hacemos proceso de selección, sólo proceso de admisión. La gente llega a inscribirse, le damos oportunidad a todos que se inscriban, luego hay una entrevista con los padres y con los niños para detectar si efectivamente los niños tienen el interés de llegar a ser profesional a futuro y si sus padres se comprometen con la exigencia que el colegio les va a dar”.