En entrevista exclusiva con Radio Bío Bío, el ex mandatario aseguró que se desvirtuaron las condiciones con que se levantó el Penal Cordillera, recinto creado por el decreto 956 y firmado por él con fecha 22 de noviembre del 2004, para encarcelar a condenados por crímenes durante la dictadura.
Ricardo Lagos explicó que el aceleramiento de las causas por violaciones a los derechos humanos ese mismo año produjo el copamiento de la capacidad de la cárcel de Punta Peuco, lo que hizo que el Ejército ofreciera una sus instalaciones para levantar un segundo recinto carcelario.
Así nació el Centro de Cumplimiento Penitenciario Cordillera, que su ubica en el Regimiento de Telecomunicaciones de esa rama de las Fuerzas Armadas y en el que prugan sus penas 44 ex uniformados, bajo la administración de Gendarmería.
El ex jefe de Estado dijo que solo responde por lo ocurrido con ese penal hasta marzo del 2006, fecha hasta la que subrayó se habían levantado cinco o seis módulos idénticos a los de la cárcel de Colina, que en ese momento estaba en construcción.
“Esos módulos permiten a dos personas compartir un baño y punto; todo lo demás es una violación de las normas de Gendarmería, hasta donde yo entiendo”, sentenció.
El ex presidente criticó que posteriormente esas condiciones se hayan modificado y los reos cuenten hoy con privilegios negados al resto de la población penal. Por lo tanto, a su juicio, corresponde el cierre del recinto.
“Hay que proceder al término inmediato de aquello, porque ha habido una violación de las normas más allá de lo que estaba establecido”, opinó.
Lagos dijo que no se arrepiente de haber firmado el decreto que creó el Penal Cordillera, porque permitió resolver el problema que significaba el copamiento de la capacidad de Punta Peuco.
“¿Alguien puede suponer que un presidente de Chile va a firmar una cárcel para que tenga características distintas al resto de los chilenos? (…) ¿En virtud de qué voy a dar un trato preferencial?”, cuestionó el ex mandatario.
El ex presidente agregó que el decreto 956 no es responsable de los privilegios de que gozan los reos que cumplen penas en el recinto carcelario y apuntó directamente a la reciente entrevista que dio el director de la disuelta Dirección de Inteligancia Nacional (DINA), Manuel Contreras.
Sobre estos dichos, estimó que son “absolutamente inadmisibles”, una razón más que justifica a su parecer, la clausura del Penal Cordillera.
Lagos insistió en que cuando se decidió instalar el Penal Cordillera, su Gobierno fue muy cuidadoso para que sus reos tuvieran el mismo trato del resto de la población penal.