El comandante en Jefe del Ejército, general Juan Miguel Fuente-Alba, realizó este martes una férrea defensa del cuestionado ex general Juan Emilio Cheyre, quien entregó a un convento a un menor hijo de ejecutados políticos en 1973.
Según indicó la máxima autoridad de las Fuerzas Armadas, “en su gestión de mando (Cheyre) realizó incansables esfuerzos por la reconciliación, incansables esfuerzos con llamados a personas que sirvieron en el Ejército que pudieran tener antecedentes respecto de situaciones en el orden de los derechos humanos que pudieran ayudar a mitigar el sufrimiento de las victimas y ayudar a los tribunales”.
En ese sentido, Fuente-Alba sostuvo que el actual director del Servel se ha caracterizado por asumir sus responsabilidades. “Yo fui cadete del general Cheyre, por lo tanto lo conozco hace más de 50 años y si hay algo que lo caracterizado, es asumir sus responsabilidades con carácter”, señaló a Radio Bío Bío.
“Él ha cumplido en todo lo que le correspondía cumplir, y su mando en el Ejército dio pasos importantísimos en reconciliación”, sentenció.
Recordemos que Cheyre entregó a un convento de monjas al hijo de dos años del matrimonio que componían el argentino Bernardo Lejderman y la mexicana María Rosario Ávalos, luego que ambos fueran acribillados por una patrulla militar en diciembre de 1973.
En entrevista con El Mercurio, el militar retirado reconoció su participación, asegurando que “en estos y todos los hechos de mi vida, jamás he ocultado mi pasado y tampoco he dejado de asumir mis responsabilidades, enfrentando incluso aquellas que estimé no habían sido enfrentadas por otros en la trágica historia de Chile”.
Por lo anterior, agrupaciones en defensa de los Derechos Humanos y familiares de Detenidos Desaparecidos, han insistido en que Juan Emilio Cheyre deje su cargo como director del Servicio Electoral.
El hijo del matrimonio ejecutado, Ernesto Lejderman, le quitó alguna responsabilidad a Cheyre en la muerte de sus padres, aunque aseguró que el ex comandante en jefe del Ejército no contó todo lo que sabía.