El Tercer Tribunal Oral en lo Penal de Santiago declaró culpable en dos de los cinco cargos que pesaban contra Nelson Fariña Jara, el conductor que provocó el accidente de tránsito donde murió la pequeña de 9 meses, Emilia Silva, el pasado 20 de enero en Vitacura.
El tribunal condenó al imputado por el delito de conducción en estado de ebriedad con resultado de muerte y por las lesiones graves causadas a la madre de la menor. Se descartaron los cargos de lesiones leves ocasionadas al padre, daños y el no haber prestado auxilio a las víctimas.
Fariña impactó en avenida Bicentenario con calle General Jhon O’Brien el vehículo en que viajaba la bebé y sus padres. La niña murió horas después por las graves lesiones.
Al momento del accidente, el alcotest realizado al conductor arrojó 1.96 gramos de alcohol por litro de sangre, mientras que la alcoholemia proyectada arrojó 2.05 gramos de alcohol por litro de sangre.
En efecto, en la primera audiencia de este juicio oral, el imputado admitió haber consumido más de 10 copas de alcohol en las horas previas al accidente, reconociendo que mientras manejaba se iba quedando dormido. “En el estado etílico en que estaba, no podía sostenerme en pie”, confesó Fariña.
No iría a la cárcel
La lectura de sentencia quedó fijada para el próximo domingo 25 de agosto, donde se estima que podría recibir una pena de 4 años de presidio, e incluso, se le concedería una medida distinta a la cárcel.
Gracias a que se desestimó la acusación de negar auxilio a las víctimas, pues a juicio de los jueces la Fiscalía no pudo comprobar este delito, Fariña ve reducida su condena, lo que impediría su encarcelamiento.
Además, se consideró la atenuante de irreprochable conducta anterior y la defensa pidió que el tribunal tome en cuenta la colaboración del imputado con la investigación.
El caso de Emilia inspiró la ley que aumentó las penas para aquellos que ocasionen lesiones graves o muerte, al conducir en estado de ebriedad.