El acceso universal a Internet podría darse en esta década en América Latina, una región donde hasta el momento sólo accede a las nuevas tecnologías la mitad de la población, aseguraron expertos de la región que participaron en un Congreso en Panamá.
Si se implementa un conjunto de medidas desde el ámbito público y privado “es posible cerrar esa brecha en la presenta década”, dijo Pablo Bello, secretario general de la Asociación Iberoamericana de Centros de Investigación y Empresas de Telecomunicaciones.
Bello hizo estas declaraciones en Panamá durante el Congreso regional sobre el sector de las telecomunicaciones y nuevas tecnologías.
Según este experto “podemos llegar a 2020 a una Latinoamérica donde prácticamente todos tengamos acceso al servicio de banda ancha”.
Para ellos es necesario bajar los precios de la banda ancha; una mejor planificación en el uso del espectro radioléctrico (necesario para el desarrollo de la banda ancha móvil); mayor confianza para las inversiones privadas en telecomunicaciones y el desarrollo de programas atractivos con contenidos regionales.
“Si todo eso se hace se puede reducir considerablemente la brecha tanto en el acceso (a Internet) en los hogares como en los dispositivos móviles”, manifestó Mariana Rodríguez, directora de Convergencia Latina, empresa especializada en información sobre telecomunicaciones en América Latina.
Unos 300 de los 600 millones de latinoamericanos acceden a Internet, aunque muchos no lo hacen desde su casa porque no pueden pagar los servicios de conexión.
Sólo el 34% de los hogares contrata un servicio de Internet de banda ancha y un 18% contrata un servicio para acceder a a la red a través del teléfono, un minicomputador o una tableta en Latinoamérica, según Rodríguez.
De acuerdo a Raúl Echeberría, CEO de Registro de Direcciones de Internet para América Latina y Caribe (Lacnic), a los 300 millones de usuarios de Internet se sumarán otros 100 millones a finales de 2015.
Sin embargo, “no se puede predecir” cuándo habría un acceso universal a la banda ancha “si no sabemos cuáles van a ser los patrones de uso ni las aplicaciones que se van a utilizar ni cuáles van a ser los usos más populares de las tecnologías”, dijo Echeberría.
El acceso a Internet y las nuevas tecnologías es considerado por muchos expertos como fundamental para salir del atraso y la pobreza porque permite acceder a la información, servicios y a un puesto laboral, entre multitud de utilidades.
“La banda ancha es un elemento de inclusión social cuando se tiene y de exclusión social cuando no se tiene”, aseguró Antonio García del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).