Un tribunal de Apelaciones de Nueva York confirmó este viernes la pena de cadena perpetua pronunciada el año pasado contra un hombre por haber querido hacer explotar con otros tres cómplices los depósitos de gasolina del aeropuerto John F. Kennedy en Nueva York en 2007.
Kareem Ibrahim, originario de Trinidad, se sumó en mayo de 2007 a ese proyecto de atentado concebido por un estadounidense originario de Guyana en 2006. Entre otras cosas dio consejos a sus cómplices para encontrar financiamiento en Irán y para evitar llamar la atención de las autoridades estadounidenses, según los investigadores.
Ibrahim fue detenido en junio de 2007 en su casa de Trinidad y extraditado a Estados Unidos.
Condenado a cadena perpetua el 24 de febrero de 2012 en Nueva York, apeló el fallo, argumentando que no había suficientes elementos de prueba de que quisiera sumarse a un proyecto de atentado, que la cadena perpetua no era razonable y que el jurado no había sido correctamente seleccionado. El tribunal rechazó todos sus argumentos.
El complot, que fue desbaratado en 2007, preveía hacer explotar un depósito de gasolina del aeropuerto, y “provocar muerte y destrucción a gran escala”, según el fallo del tribunal.
El cerebro del complot, Russell Defreitas, un exempleado del aeropuerto originario de Guyana, y un cómplice, ex legislador de Guyana, Abdul Kadir, también fueron condenados a cadena perpetua en febrero de 2011 y diciembre de 2010 respectivamente.
Un cuarto individuo, Abdel Nur, quien se declaró culpable, fue condenado a 15 años de cárcel.