La madrugada de este martes, Santiago despertó remecido por el incendio que afectó a uno de sus edificios más emblemáticos: la Confitería Torres. Fundado en 1879 -a comienzos de la Guerra del Pacífico- por José Domingo Torres, el restaurante había funcionado desde entonces en forma casi ininterrumpida, pese a cambiar de dueños en dos ocasiones.
Emplazado en lo que es el palacio Íñiguez, en calles Alameda con Dieciocho, por sus vastos salones transitó la más importante élite intelectual y política de Santiago durante el siglo XX, incluyendo a varios presidentes de la República, algunos de los cuales dejaron más de una anécdota en sus dependencias.
Una de las más sabrosas fue la protagonizada por el presidente Arturo Alessandri Palma (1920-1924), de quien se cuenta que transitando junto a su comitiva frente al local, exclamó “Estoy que me rajo de sed. Ando con los fierros calientes”. Tras esto ordenó a su coche que se detuviera para pasar a beber una caña de chicha, cuenta el sitio web oficial.
Más recordadas aún son las visitas del presidente Ramón Barros Luco (1910-1915), quien era tan asiduo a un sandwich de carne con queso fundido, que el local decidió bautizar el plato con su apellido, mismo con el que se conoce ahora en todo el país.
Pero no fue el único sandwich en ser nombrado en honor a un presidente. En 2010, la Confitería Torres invitó al presidente Sebastián Piñera, sus ministros, el alcalde de Santiago y el cuerpo diplomático, a celebrar el Bicentenario de la Independencia con una comida especial.
En aquella instancia, el presidente Piñera hizo un brindis con una copa de vino tinto, gesto que fue agradecido por los dueños del local bautizando un nuevo sandwich como “Piñera”, el que está compuesto de salmón, queso philadelphia y rúcula.