Bruno de Carvalho fue elegido este domingo como presidente del Sporting de Lisboa, club en profunda crisis financiera y deportiva, después de que la anterior directiva del club dimitiera a mediados de febrero.
De Carvalho, de 41 años, “será el 42º presidente” del Sporting después de imponerse con el 53,63% de los votos, anunció el club lisboeta en un comunicado, añadiendo que los resultados provisionales “no ofrecen ningún margen de duda”.
Tercer presidente en los últimos cuatros años, De Carvalho, que ya fue candidato en 2011, tiene como objetivo fundamental reflotar la entidad.
El Sporting, eliminado de la Europa League y de la Copa de Portugal, ha tenido tres entrenadores esta temporada, en la que ocupa la décima posición del coampeonato portugués.
Durante su campaña, De Carvalho ha prometido una reestructuración financiera acompañada de la entrada de nuevos inversores, que deberían aportar al club unos 15 o 20 millones de euros.
La semana pasada la entidad se vio obligada a vender al delantero holandés Ricki van Wolfswinkel al Norwich City por un montante cercano a los 10 millones de euros para poder pagar las nóminas atrasadas a futbolistas y empleados, según publicaron los medios locales.