Países occidentales y musulmanes superaron el viernes sus profundas divergencias y alcanzaron un acuerdo sobre una declaración de la ONU, calificada de histórica, que denuncia la violencia contra las mujeres y define un código de conducta para combatirla.
Luego de dos semanas de negociaciones entre los 193 estados miembro de la ONU en Nueva York, Irán, Libia, Sudán, y otros países musulmanes aceptaron incluir en esta declaración un párrafo que destaca que la violencia contra las mujeres y las niñas no puede justificarse por “ninguna costumbre, tradición o consideración religiosa”.
Por otro lado, los países occidentales, especialmente los escandinavos, que presionaban para adoptar un texto vigoroso hicieron concesiones sobre el capítulo de los derechos de los homosexuales y derechos sexuales.
Más de 6.000 grupos no gubernamentales estuvieron representados en la reunión de dos semanas, uno de los mayores eventos celebrados en la sede de la ONU.
Michelle Bachelet, directora ejecutiva de ONU Mujeres, calificó de “histórica” a esta reunión. Justo después, la ONU anunció la renuncia de Bachelet y su regreso a Chile.