La defensa del derecho a la tierra histórica, en contraposición con el paso del nuevo puente Chacabuco, explican los conflictos en la población Aurora de Chile. Problemas que se agudizan en año electoral, con una mesa de trabajo de por medio, pero con diversos sectores entrometidos que entorpecen los avances, que por lo demás, aún no son tan claros.
100 años de existencia tiene Aurora de Chile, población ubicada a la altura del antiguo Puente Viejo de Concepción, donde emplazaron sus viviendas en los últimos años unas 600 familias. Construyeron tabla a tabla sus casas, que posteriormente fueron traspasadas de generación en generación cada una de sus casas.
Las versiones apuntan a que ganaron espacio al río Bío Bío con relleno, sin embargo, sus terrenos hoy día pertenecen por denominación al Servicio de Vivienda y Urbanismo.
El gobierno requiere los paños urbanos para la construcción de los accesos del Puente Chacabuco. Necesidad antigua, pero que comienza a materializarse con las faenas en la ribera, las que ya registran avances.
La situación iba a ser remediada erradicando a los vecinos del lugar hacia sectores aledaños, primero con las polémicas ofertas de la ex intendenta Jacqueline van Rysselberghe, de “hacerlos pasar por terremoteados” para agilizar los trámites y optar a mejores beneficios, lo que significó finalmente la salida de la autoridad.
Las críticas posteriores apuntaron a la ejecución de un puente que algunos califican como innecesario por el nivel de uso, y que más aún, el ministro de Defensa de la época, Jaime Ravinet, llamó “el puente callampa”. El viaducto divide a los habitantes que simplemente no quieren moverse de sus casas, y si lo hacen, que sea a cambio de una indemnización justa, una vivienda en el mismo lugar o una erradicación digna, considerando metraje y ubicación.
Los vecinos del barrio se mantienen divididos ante esos postulados y actualmente participan en una mesa de trabajo con opinión de todos los sectores.
El 27 de febrero recién pasado hubo protestas y barricadas en el lugar, lo que se entendió como un llamado de atención de la existencia y recordatorio de éste conflicto.
Diversos actores reconocen manipulación, trasfondo político, apoderados de cada sector, pero la interrogante sigue siendo cuál será la salida.
El senador Alejandro Navarro está contra la violencia, representa a parte de los vecinos con sus asesores legales, y advierte que el puente está en riesgo:
Mientras, Jacqueline van Rysselberghe, ya cuando era alcaldesa tomó por primera vez en su gestión el conflicto como tal. Ahora asegura que existe manipulación y que ya no está participando en el proyecto.
La ex intendenta defiende eso sí, la iniciativa de años atrás y el proyecto integral de salida que está en curso:
Aparencen actores nuevos que adquieren relevancia en la participación social de la población. Uno de ellos es la Red Construyamos, que asesora activamente a los habitantes. También el Partido Humanista, con el ex candidato a alcalde Francisco Córdova, quien explicó la tesis que mantienen dichos sectores: el negocio y utilización de aquellos terrenos para proyectos inmobiliarios futuros de privados. De allí proviene el enojo.
Y es que no es un tema de casas más ni casas menos, sino de terrenos históricos y defensa al derecho de la tierra, según Córdova:
El alcalde de Concepción, Álvaro Ortiz (DC), aunó criterios al momento de asumir, para que todos los sectores que mantienen diferencias pudieran convivir y dialogar en una mesa de trabajo. El jefe comunal acusa agentes externos en las protestas y los reduce a una mínima expresión.
Pero el alcalde es optimista con el avance de la mesa, como las propuestas que han sido consensuadas con el Gobierno para mejorar el metraje de las nuevas viviendas, por ejemplo.
Actualmente, Aurora de Chile está a cargo de una mesa técnica que agrupa a un representante de los vecinos, de Obras Públicas, del Serviu, del Ministerio de Vivienda y del municipio. Sesionan esta semana y los plazos apuran, porque el puente ya trasladó sus faenas río arriba y debiera ser realidad a fines de este año. Eso sí , aún no existe ni una casa construida para la erradicación de los vecinos.