El enviado del papa Benedicto XVI, monseñor Fortunatus Nwachukwu, transmitió este martes las “bendiciones” del Pontífice al pueblo, gobierno y líderes religiosos de Nicaragua, durante la presentación de credenciales al presidente Daniel Ortega.

“Hace casi dos semanas, cuando fui para despedirme de Su Santidad, él me bendijo, me dijo de transmitir también sus saludos; y su bendición sea al Presidente, a los líderes de este país, sea también al pueblo nicaragüense”, dijo Nwachukwu en la ceremonia realizada en la Casa de los Pueblos.

Benedicto XVI, de 85 años, abandonará el Vaticano sin ceremonia especial el próximo jueves, tras ser el primer Papa en renunciar en 700 años.

El religioso de origen nigeriano se puso a disposición del gobierno para “trabajar juntos” por el pueblo nicaragüense.

El nuncio recordó que la iglesia “no tiene intereses políticos, nuestros intereses son por el bien del pueblo donde estamos destinados”.

Ortega expresó a Nwachukwu “todo su respeto y apoyo” en su misión pastoral y aseguró que su gobierno esta abierto a escuchar “sus observaciones y preguntas” sobre temas que le preocupen.

En la ceremonia por primera vez fue invitado el clero nacional, con el que el gobierno de Ortega mantiene una tensa relación y distancia desde que retornó al gobierno en enero del 2007.

La jerarquía católica es crítica del Gobierno, al que acusa de manipular la fe y símbolos del catolicismo con fines políticos, partidarios, tales como llamar a su gobierno “Cristiano, Socialista y Solidario”.