La red sismológica de la Universidad de Chile, una de los principales fuentes de información que recibe la Onemi, redujo en 11 sus estaciones de medición, totalizando 63 a lo largo del país.
Las razones que explican esta disminución, son el robo de sus piezas en algunos puntos de monitoreo, y por otra parte, la antigüedad de algunos de los artefactos.
Esta situación preocupa al Servicio Sismológico de la Universidad de Chile, ya que según consignó su director, Mario Pardo, al diario La Tercera, esta cantidad no es suficiente para la cobertura en todo el país.
Pardo agregó que se firmó un convenio con la Onemi que contempla un traspaso de fondos de 3 mil 800 millones de pesos para mejorar y modernizar los equipos, pero que se generó un retraso en la puesta en marcha del proyecto.
Ante esto, el director de la Onemi, Ricardo Toro, aclaró que el convenio está dentro de los plazos y durante esta semana deberían terminar los trámites en la Contraloría.
Ricardo Toro agregó que estos fondos están destinados para que el Servicio Sismológico conforme un centro con mayor personal, que funcione las 24 horas y pueda reforzar el actual sistema de monitoreo de temblores.