Este lunes, la Organización de Naciones Unidas entregó un informe acerca de la situación en Siria, en el que aseguran que el conflicto podría afectar a varias generaciones y amenazar la seguridad en todo Oriente Medio.
“La profundidad de la tragedia siria se refleja de manera dolorosa en el número de víctimas. Las atroces experiencias relatadas por los sobrevivientes revelan violaciones de derechos humanos, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad”, indica el informe de 131 páginas de una comisión de investigación internacional e independiente de la ONU.
Carla del Ponte, miembro de la comisión investigadora, señaló la necesidad de que la justicia internacional se haga cargo, “Estamos presionando a la comunidad internacional para que actúe, porque ya es hora de actuar”, indicó.
En un primer informe, publicado en agosto de 2012, basado en un millar de entrevistas de víctimas, la comisión acusó a los dos bandos de crímenes de guerra, aunque admitió una menor responsabilidad de los rebeldes.
En este nuevo informe, la comisión asegura que la situación se ha agravado en una espiral de violencia. “El conflicto es cada vez más sectario, con operaciones cada vez más radicalizadas y militarizadas”, asegura.
La Comisión jamás pudo viajar a Siria, donde el régimen del presidente Bashar al Asad enfrenta desde marzo de 2011 una rebelión que se convirtió en guerra civil, que ya se ha dejado unas 70 mil víctimas mortales, según estimaciones de la ONU.