Armas para la vida: con esa consigna, el gobierno uruguayo lanzará una campaña para canjear armas por bicicletas o laptops para escolares, al tiempo que aumentará el castigo para la tenencia ilegal de armas y creará el delito de tráfico.
“La campaña ‘Armas para la Vida’ propone un canje: el ciudadano entrega un arma y recibe a cambio otra: un ‘arma para la vida’”, señaló el Ministerio del Interior en un comunicado difundido el martes.
Estas “armas para la vida” serían una laptop del Plan Ceibal, versión uruguaya del programa “Una computadora por niño”, o una bicicleta, añadió.
Según el gobierno, en Uruguay existe una gran cantidad de armas de fuego sin registrar en poder de los ciudadanos. “Son esas mismas armas las que, en algún momento y por diversas causas (venta, robo, etc), pueden terminar ingresando al mercado ilegal de armamento al que recurren las personas que delinquen”, explicó.
La meta es colaborar con el desarme de la sociedad, “en el camino hacia una convivencia más armónica, en la que las diferencias se solucionen a través del diálogo y la negociación”, enfatizó.
Si bien fue anunciada, la campaña aún está “en pleno proceso de elaboración”, dijo a la AFP Fernando Gil, jefe de la Unidad de Comunicación del Ministerio, a cargo de la campaña.
El objetivo es lanzarla en febrero o marzo, en paralelo a la aprobación en el Parlamento de un proyecto de ley que convertirá en delito la tenencia ilegal de armas y buscará combatir su tráfico, explicó.
Ese texto, que debe ser tratado tras el receso parlamentario de enero, prevé duras penas para quienes tengan armas en forma irregular, algo que actualmente es considerado solo una “falta”.
Tras su promulgación, los ciudadanos tendrán un plazo de seis meses para entregar su arma o legalizarla; de no hacerlo quedarán expuestos a penas de prisión de entre uno y 12 años. La pena será mayor si la persona está involucrada con una organización criminal.
Pese a su tradición de tranquilidad, Uruguay “es el país más armado de América por lejos y ocupa uno de los primeros diez lugares en el mundo” en armas por habitante, aseguró a la AFP Gustavo Guidobono, presidente de la Asociación de lucha para el desarme civil.
Se estima que en este país de 3,3 millones de habitantes hay aproximadamente un millón de armas en manos de civiles, de las cuales las que están en manos de empresas de seguridad, coleccionistas o deportistas son muy pocas, indicó. Y solo la mitad están registradas.
“Son revólveres y pistolas, calibre 38, son armas convencionales que se compran en la armería para defensa personal”, añadió Guidobono.
La asociación, creada hace nueve años, celebra la campaña del Ministerio del Interior. “Nos alegra muchísimo que por fin el ministerio tome cartas en el asunto y empiece una campaña de desestímulo de la tenencia de armas. La experiencia de cambiarlas por computadoras o bicicletas es inédita pero bienvenida sea”, sostuvo Guidobono.
De todas formas, advirtió que “en la medida que se estimule la devolución de las armas por parte de civiles pero simultáneamente no se den señales claras de que ha mejorado la seguridad la gente no va a devolver las armas”.
“La gente tiene las armas por seguridad, si no la recupera a través de la policía, los jueces y la prensa, es una campaña destinada al fracaso”, vaticinó.
En lo que va del año hubo más de 30 asesinatos en el país, que experimentó un incremento de la violencia en 2012, año que cerró con una cifra record cercana a los 290 homicidios, unos 90 más que el año anterior y que representa una tasa de ocho homicidios cada 100.000 habitantes.