Por años, los índices de crímenes en Estados Unidos han caído notoriamente. Se trata de un enigma para los expertos que no han podido ser capaces de descifrar por qué los crímenes aumentaron en los ’80 y ’90, pero en el año 2000 cayeron abruptamente.
Ahora, los expertos sostienen una nueva teoría vinculada a la gasolina con plomo.
Un nuevo estudio reveló que el aumento y baja de la gasolina con plomo tiene una directa relación con los patrones de crímenes violentos en América, apuntó el sitio Medical Daily.
Investigaciones anteriores han revelado la influencia de los altos niveles de plomo en defectos de nacimiento que pueden implicar, menor inteligencia y problemas de audición. Ahora, se vincula también con la provocación de altos niveles de agresividad.
El toxicólogo de la Universidad de Tulane, Howard W. Mielke, afirma que la generación de niños que fueron expuestos a altos niveles de plomo en los década de los ’60 y ’70, implicó un aumento significativo en crímenes 20 años más tarde.
Así también, Mielke descubrió que cuando el uso de la gasolina con plomo disminuyó en los ’80, el índice de crímenes también cayó.
Otras investigaciones comprobaron la correlación entre las dos variables en otros países del mundo y en particular, en 6 países de Estados Unidos: Atlanta, Chicago, Indianapolis, Minneapolis, Nueva Orleans y San Diego.
Según lo que indicó Mielke, un 1% de aumento en el número de toneladas de plomo liberadas en la atmósfera corresponde directamente a un 0.5% de aumento en los asaltos graves 22 años más tarde.
Más específicamente, los últimos hallazgos indica que cada tonelada métrica de plomo liberado en la atmósfera daría como resultado un aumento de 1.59 asaltos por 100.000.
La asociación entre plomo y violencia es prácticamente reciente. En 1996, investigadores de la Universidad de Pittsburgh encontraron que los niños expuestos a altos niveles de plomo eran notoriamente más agresivos que aquellos que se sometían a niveles normales.
Por otra parte, un nuevo estudio publicado en 2002 aseguró que los adolescentes que estaban presos, presentaban en promedio, niveles más altos de plomo en sus huesos que aquellos que nunca habían sido detenidos.
A pesar de que la gasolina con plomo fuera rápidamente eliminada y prohibida en 1980 para los vehículos en Estados Unidos, aún es utilizada en autos de carreras, aviones con motor de pistón y algunos vehículos todo terreno.