La obesidad se duplicó en todo el planeta desde 1980, y uno de los factores predominantes de este aumento sería la falta de sueño, la que sumada a una dieta diaria hiper calórica y las condiciones en que se ingieren los alimentos puede ser un peligro real para la salud.
Así lo sostiene, el director médico del Instituto del Sueño, Walter Avdaloff, quien relaciona que dentro de los factores que llevan a la obesidad, se ha determinado que el sueño nocturno breve en los primeros momentos de la vida, predisponen a esta enfermedad, así como la privación del sueño o “deuda del sueño crónica que vivimos en grandes ciudades”.
En Chile, la última Encuesta Nacional de Salud realizada por el INE, muestra que de cada 10 personas, 8 tiene exceso de peso; y de la población total del país, 300 mil son obesos mórbidos, y se espera que para finales del año 2012 esta cifra aumente al doble.
Según Avdaloff, la falta de sueño conlleva un aumento de todas las hormonas que incitan al apetito, especialmente los alimentos ricos en grasa y azúcares. Sin embargo, dormir una hora más de lo habitual, hace la diferencia en el sueño, poniendo en marcha mecanismos que ayudan a mantener nuestro peso y un metabolismo óptimo.
Aquí juegan un rol fundamental dos hormonas relacionadas con el apetito y que se modifican con las horas de sueño como: la leptina, que inhibe la sensación de hambre, y la ghrelina, que estimula el apetito. Por lo tanto, a menor tiempo de sueño, las concentraciones de leptina disminuyen y aumentan las de ghrelina, es decir, cuanto menos dormimos más queremos comer.
“La obesidad puede causar severas alteraciones para dormir y a su vez se ha establecido una estrecha relación entre ronquidos y obesidad. Los pacientes obesos en un alto porcentaje son roncadores y, además, presentan apneas del sueño, lo que resulta muy riesgoso porque a largo plazo esto se acompaña de hipertensión arterial, aumento del riesgo de infartos cerebrales y cardíacos, reduciendo, así, la expectativa de vida en al menos 10 años”, expresó Avdaloff.
La gran mayoría de obesos y pacientes con sobrepeso y alteraciones del sueño no tienen consciencia que esto puede mantenerse en el tiempo y poner en riesgo adicional su salud, agregó el experto.