Seis perros muertos por envenenamiento y uno de ellos decapitado fue el saldo de un macabro caso de maltrato animal que quedó el descubierto en un sector rural ubicado a 5 kilómetros de Osorno, por la ruta U-55 camino a Puerto Octay.

Allí, Susana Meza junto a su familia fueron testigos de cómo durante tres semanas sus mascotas, varias de ellas de raza fox terrie, fueron eliminadas de forma sistemática por desconocidos, sin razón aparente, tras desaparecer y posteriormente ser dejadas en las afueras de su propiedad.

El hecho fue denunciado ante la Policía de Investigaciones, por lo que personal de la institución se hizo presente en el lugar, realizando algunas pericias y retirándose posteriormente.

Sin embargo, tras estas diligencias vino una sorpresa aún peor, pues cuatro días después, apareció en la entrada de su propiedad la cabeza de una de las mascotas que le quedaban.

La situación ha causado serios daños emocionales en Susana y su familia, sobre todo en sus hijos. Sin embargo, la tesis que maneja la familia está relacionada con algún acto de amedrentamiento en su contra, sobre lo cual no tiene explicación.

Por lo mismo, es que solicitó ayuda de las autoridades involucradas a que inicien una investigación al respecto e incluso les brinden protección, pues a su juicio se ha dejado pasar demasiado tiempo y quienes han pagado el precio de la desidia han sido sus animales, de forma macabra.

Ahora bien, desde la Agrupación de Amigos de los Animales se mostraron consternados frente al hecho. Así lo hizo ver María Teresa Pinochet, representante de la agrupación.

Susana Meza finalmente no ocultó sus críticas hacia la gestión de la Policía de Investigaciones. “Si hubieran actuado antes, esta terrible situación probablemente se hubiera terminado”, cerró la afectada.

“Advertimos que las siguientes fotografías pueden resultar impactantes”.

(RBB)

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