Alejandro Navarro profundizará sus argumentos en la apelación ante la Superintendencia de Seguridad Social, insistiendo en que su accidente fue “laboral”. Además, recurrirá a la justicia en contra de Jacqueline Van Rysselberghe, por lo que llama una conspiración en su contra y asesinato de imagen.
Estoico en su postura, sin modificar el trasfondo del relato, el senador Navarro insiste en su defensa respecto de su accidente en Las Trancas, comuna de Pinto y sus características de “laboral”.
Pese a los emplezamientos desde distintos sectores y el fallo de la Asociación Chilena de Seguridad que no le otorgan la razón, el congresista increpó a sus detractores a revelar sus acusaciones ante la justicia.
Sus dardos apuntan en particular a su principal enemiga política, Jacqueline Van Rysselberghe, contra quien recurrirá ante la justicia a través de una querella por injurias y una demanda de perjuicios.
Su abogado, Adolfo Ortega, explicó la apelación a la Suseso y su consistencia jurídica, la que pretenden ingresar el miércoles próximo.
Si bien el testimonio de Navarro tiene matices, respecto de errores semánticos en su primer comunicado de prensa, lo que le importa es establecer que sí ejercía como Senador en reuniones que no pudo sostener con vecinos por diversos motivos.
Asegura efectuó un recorrido por una zona donde efectivamente trabaja en proyectos, según reiteró el presidente nacional del MAS.
Más aún, para despejar las dudas del cuestionamiento a su circunscripción senatorial, Navarro confirmó la apertura de una oficina parlamentaria en Chillán, para atender a las 13 comunas que en Ñuble pertenecen a su jurisdicción.
Navarro llamó además a la Concertación a mantener el doblaje, incluyendo la postulación al Senado del MAS en un conglomerado amplio de oposición, descartando una candidatura descolgado.