Si bien Japón no alcanzó su objetivo de medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Londres-2012, sí logró un récord de metales y la prensa estima este lunes que este resultado iba a acelerar la reconstrucción del país tras el sismo que sacudió el noreste del país en marzo de 2011.
“38 medallas para Japón: un récord”, saludó en su tapa el diario económico Nikkei, algunas horas después de la clausura de los Juegos, que tuvo como ganador a Estados Unidos con 46 oros, seguido por China con 38 y el anfitrión Gran Bretaña con 29.
La natación japonesa se destacó logrando el récord de 11 metales, aunque ninguno de oro porque Kosuke Kitajima falló en su intento de alzarse con su tercer doblete en 100m y 200m braza.
Por su lado, el equipo de fútbol de mujeres, las Nedeshiko, vigentes campeonas mundiales, cayeron en la final ante Estados Unidos (2-1), saboreando una plata. Los chicos terminaron cuartos, al pie del podio, después de arrancar con muchas luces con el ‘Milagro de Glasgow’ con el que sorprendieron al favorito España (1-0).
La plusmarca de preseas precedente era de 2004, cuando la delegación nipona volvió de Atenas con 37 preseas.
Este año, Japón solamente ganó siete medallas de oro, cuando el Comité Olímpico Japonés se había puesto la meta de quince títulos olímpicos.
De esta forma, Japón terminó undécimo en el medallero, delante de Kazajstán y detrás de Australia.
Pero el ex judoca Haruki Uemura, ahora jefe de la delegación nipona, se declaró satisfecho con el resultado.
“Superar nuestro récord precedente nos hace felices. En los Juegos anteriores, no teníamos medallas todos los días como acá”, declaró el dirigente, al tiempo que se han propuesto engordar sus números de cara a los Juegos de 2020 que esperan organizar en Tokio.
Algunos deportistas explicaron que se habían motivado por el terremoto y el tsunami de marzo de 2011 que había causado 19.000 muertos en el noreste del país, donde las actuaciones de los atletas japoneses fueron muy seguidas.
El esgrimista Kenta Chida, que obtuvo la medalla de plata, volvió a su ciudad natal de Kesennuma para visitar la tumba de su mejor amigo, fallecido durante aquel sismo, para rendirle homenaje con su medalla.
“Fui para decirle “listo, lo he hecho”. Espero que esté contento, desde el paraíso”, declaró Chida a los medios japoneses.