Con la comparecencia de la perito en bioquímica, Shirley Villouta concluyó la etapa de prueba del juicio oral en contra del joven Luciano Pitronello Schuffeneger ante el Quinto Tribunal en lo Penal de Santiago.

Según la profesional, el extintor que utilizó como recipiente el joven de 23 años para detonar el artefacto explosivo en la sucursal del Banco Santander en la Avenida Vicuña Mackenna, el 1 de junio del año pasado, sólo contenía pólvora y no tetril, un material de mayor potencia y expansión.

Los comentarios de la perito Villouta fueron comentados por el defensor penal público de Pitronello, Carlos Mora, quien resaltó que “para nosotros es muy significativo el testimonio, porque la perito que es muy acreditada porque trabajó en Carabineros, en Labocar durante 5 años, quien tiene cursos de postgrado y publicaciones no solamente en Chile, sino que también en el extranjero, dijo categóricamente que el artefacto explosivo no tenía tetril; y qué es lo importante en esto, es que el tetril distingue si estos artefactos explosivos son de alto o bajo poder, y en este caso, quedó claramente establecido que en este caso se trata de un artefacto de bajo poder”, apuntó el abogado.

Tras la declaración de Villouta, el Quinto Tribunal Oral en lo Penal capitalino decretó el receso de las audiencias hasta el próximo lunes, donde la Fiscalía Metropolitana Sur, el Ministerio del Interior como querellante y la Defensoría Penal Pública deben realizar sus alegatos de clausura.

Se estima que el veredicto se leerá el próximo martes 7 de agosto, donde los magistrados encabezados por Antonio Ulloa deberán definir si acepta o no la petición de la Fiscalía Metropolitana Sur de condenarlo a 15 años de cárcel por delito terrorista, por el que fue formalizado en 2011.

El hecho ocurrió en la madrugada del 1 de junio de 2011, en una sucursal del Banco Santander, ubicada en la esquina de la Avenida Vicuña Mackenna con Victoria, en Santiago Centro, donde el joven intentó instalar el artefacto que explotó antes de tiempo.

Todo el accionar de Pitronello fue captado por las cámaras de seguridad del banco, en las que se vio cómo el fuego se fue propagando por sus ropas hasta que fue ayudado por transeúntes y conductores que pasaban por el lugar y lo vieron.