Cerca de 3.000 agentes de la dictadura de Augusto Pinochet votaron repetidas veces en distintos centros de votación y durante todo el día, cumpliendo la orden de asegurar el triunfo del sí a la nueva constitución, aquel 11 de septiembre de 1980.
Así lo aseguró Jorgelino Vergara, alias “el Mocito”, quien desde 1973 trabajó para el líder de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), Manuel Contreras, para luego ser parte de sus agentes en dicho organismo y luego en la Central Nacional de Informaciones (CNI).
Sus declaraciones fueron por primera vez dadas a conocer al periodista Javier Rebolledo, quien publicará esta y otras revelaciones en su libro “La Danza de los Cuervos”, que aparecerá el próximo 25 de junio, según recogió Terra desde agencia EFE.
El fraude, según dijo Vergara, fue facilitado por no existir a la fecha un registro de electores a esa fecha, pues los que existían fueron destruidos en el marco de las acciones de la dictadura cívico-militar.
El ex agente afirma en el libro que estaban “acuartelados” antes de comenzar los comicios. “Nos ordenaron que debíamos acudir a diversos municipios de Santiago para votar por el sí a la Constitución”, asegura.
De este modo y nada más que con la cédula de identidad, sólo se detuvieron para almorzar y en el camino se encontraban con otros personeros “que andaban en lo mismo”, dijo Vergara. Incluso, señaló que al parecer los responsables de los locales de votación sabían de la maniobra, pues nadie les dificultó la tarea asignada y ni siquiera se les ordenaba ponerse en la fila.
Es así como la Constitución elaborada por los equipos políticos y económicos del régimen encabezados por Jaime Guzmán, y que rige hasta hoy, fue legitimada en el plebiscito con un 67,04% de los votos, de un total de 6.271.868 personas que participaron del ejercicio democrático.