La región del nordeste de Italia, entre las más industrializadas y pobladas de la península, se despertó la madrugada del domingo sacudida por un fuerte sismo, que causó la muerte de al menos seis personas, dejó decenas de heridos y destruyó fábricas y monumentos históricos de la región de Ferrara.
Según un balance provisional, al menos cuatro personas murieron por los derrumbes causados por el sismo, ocurrido a las 04:04 horas locales (23:04 del sábado en Chile), cuya magnitud fue revisada de 5,9 a 6 y con epicentro localizado a unos 5 km de profundidad en Finale Emilia, 36 km al norte de Bolonia, provincia de Módena.
Entre los fallecidos figuran cuatro obreros que pernoctaban en las sedes de las fábricas en las que trabajaban.
Uno de ellos es un marroquí de 29 años, quien murió al desplomarse un galpón de una fábrica de poliestireno en Ponte Rodoni di Bondeno, en Módena.
Los otros dos son italianos que trabajaban en una fábrica de cerámica en San’Agostino, Ferrara, entre las localidades más afectadas.
El cuerpo de un cuarto obrero, que se encontraba dentro de una herrería, fue hallado por los bomberos atrapado entre los escombros de la fábrica Tecopress de Ferrara.
Otras dos personas, una anciana de más de cien años y una mujer de 37 años, de nacionalidad alemana, fallecieron por un ataque al corazón producido por el pánico.
Unas 50 personas resultaron heridas en la región de Ferrara, aunque ninguna de gravedad.
Italia, conmovida por el atentado el sábado contra una escuela del sur de la península que causó la muerte de una adolescente y dejó cuatro chicas heridas gravemente, se despertó el domingo apabullada con la noticia del terremoto.
“Sentía la casa temblar, los muebles se movían, los objetos caían, la gente corría como loca”, contó a la AFP Claudio Bignami, un pensionista que reside en San Carlo a las afueras de Ferrara.
“Qué miedo, sentí mucho miedo”, confesó Alda Bregoli, otra pensionista, quien prefirió deambular en pijama todo el día. “No puedo ni quiero entrar a mi casa”, dijo.
El inmenso patrimonio cultural de la región sufrió “notables daños”, según una nota del ministerio para los Bienes Culturales, que registró desprendimientos y grietas en varias iglesias importantes de Ferrara, entre ellas la de San Carlo y de Santa Maria in Vado.
Como un señal premonitoria, las agujas del Reloj antiguo de la torre San Agustín señalan las 16:04 horas, la hora exacta del movimiento telúrico.
Italia cuenta con un patrimonio artístico inestimable, cuya fragilidad fue evidente durante los terremotos de septiembre y octubre de 1997 en Umbría y Marcas, dos regiones del centro.
Una niña de cinco años fue rescatada de los cúmulos de piedra en Finale Emilia gracias a una llamada telefónica hecha desde Estados Unidos a la policía por un pariente.
El sismo se sintió en todo el noreste de la península, incluso en Turín, Milán y Venecia.
Unas 3.000 personas han sido evacuadas hasta ahora, según datos de la Protección Civil. La mayor parte de los damnificados se encuentra en la provincia de Módena, perteneciente a la región Emilia-Romaña, y otros 500 han sido evacuados en la provincia de Ferrara, mientras se siguen registrando réplicas, algunas de fuerte intensidad.
Una fuerte réplica de 4.9 grados sacudió de nuevo la región a las 15:18 horas locales (09:18 en Chile) provocando otros derrumbes en el casco histórico de la localidad de San Agustín y Ferrara, las más afectadas.
En Finale Emilia un bombero quedó gravemente herido al caer del techo de un edificio por el nuevo temblor.
Muchas casas y campanarios se derrumbaron en varias localidades y varios hospitales fueron evacuados por medidas de seguridad.
Las imágenes difundidas por las televisiones italianas muestran casas semiderrumbadas, escombros en las carreteras, torres antiguas e iglesias agrietadas y los habitantes en las calles.
Para tranquilizar a la población, las autoridades confirmaron la celebración de las elecciones administratrivas locales en las ciudades de Piacenza, Parma, Budrio y Comacchio.
Según el diario Il Corriere della Sera, el temblor causó daños por 250 millones de euros a la asociación de fabricantes de queso parmesano.
Los italianos han revivido el terremoto de Los Abruzos (centro de Italia) que el 6 de abril de 2009 devastó el centro histórico medieval de L’Aquila y provocó la muerte de 309 personas, dos mil heridos y 80.000 de desplazados.
Unos 3 millones de italianos residen en zonas sísmicas de alto riesgo, según cálculos de los geólogos.