El área alimentos y análisis químico del Departamento de Investigaciones Científicas Tecnológicas (Dictus) efectuó una serie de recomendaciones para evitar intoxicaciones con mariscos y pescados durante Semana Santa, período en que se incrementa el consumo de estos productos del mar.
La entidad, dependiente de la Universidad Católica, manifestó que hay que observar el aspecto del pescado crudo, el cual debe tener una pigmentación bien definida, y no presentar mucosidad cutánea.
“No optar por el pescado si presenta los ojos opacos y hundidos, la piel opaca y áspera, o agallas violetas o negruscas, éstas deben tener un color rojo vivo”, sostuvo la entidad.
Del mismo modo, “las escamas del pescado crudo deben presentar brillo metálico y estar fuertemente adheridas a la piel; la carne, al presionarla con el dedo, debe ser firme y dura; el olor debe ser natural a algas marinas, si es desagradable, no comprar. Las espinas deben estar fuertemente adheridas a la carne del pescado”, añadió la entidad.
Respecto a los mariscos, estos deben “ser adquiridos sólo cuando están vivos. La mejor manera de identificarlos es que al tocarlos, cierren sus valvas. Al igual que los pescados, el olor no debe ser fuerte ni desagradable”, sostuvo el organismo.
Los mariscos hay que comprarlos en lugares establecidos y que cuenten con autorización sanitaria del ministerio de Salud, y estos lugares deben estar limpios, sin olores o basuras acumuladas. Se deben comprar siempre que estén almacenados en frío.
“Los productos deben ser empacados en bolsas plásticas individuales. Esto disminuye el riesgo de contaminación cruzada. Si asiste a un restaurante, pida los alimentos completamente cocidos. Si al servirlos están medio crudos y necesitan más cocimiento, devuélvalos”, aconsejó.
Respecto a cómo manejar estos productos en el hogar, el Dictus dijo que hay que lavarse muy bien las manos al momento de manipularlos; limpiar los mesones y cubiertas en las que se preparan; el pescado fresco y limpio, al estar refrigerado, tiene una duración aproximada de 2 días.
Asimismo dijo que el pescado cocido dura entre 2 y 3 días en el refrigerador, y no hay que consumirlo si ya ha superado este período de tiempo.
“Hasta su cocción, mantener en todo momento los mariscos refrigerados, a menos 5º C; hervir siempre los mariscos, al menos, 5 minutos a 100° Celsius. Al consumir pescados y mariscos, verificar siempre que estén bien cocidos. No olvide que el limón no reemplaza la cocción de los alimentos, ya que sólo produce cambios químicos en las proteínas que los componen, sin eliminar los microorganismos que puedan existir”, expresó la entidad.